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Saray Muñoz Gorreta, una niña de cinco años, fue presuntamente secuestrada el pasado 28 de abril en la localidad de Tabernes Blanques, en Valencia. Su padre la llevó por la mañana al colegio San Rafael, donde está inscrita, cuando un grupo de personas, en el que estaba el abuelo materno, le arrebataron a la pequeña de los brazos. Él trató de impedir que se la llevaran a la fuerza, pero no pudo.
Tras no recibir noticias durante semanas, la Guardia Civil determinó a principios de mayo que la niña está con su madre en Francia, concretamente en la ciudad de Nimes. Ahora, ante la situación que vive José Manuel, el padre de Saray, el juzgado nº2 de Moncada ha solicitado que la pequeña regrese de inmediato a España y le retira la patria potestad y la custodia a su progenitora.
El caso es que la madre de la pequeña parece no estar por la labor de cumplir con esta orden. La medida cautelar se ha dictaminado hasta que se adopten medidas definitivas en el procedimiento civil de la familia.
No obstante, al haber salido ya del país, se presupone que la mujer se va a negar. Desde SOS Desaparecidos mantienen vigente una alerta de búsqueda y difunden en las redes sociales este caso de sustracción parental para intentar que se resuelva.
Según explicó José Manuel en 'El Cierre Digital', fue la madre de su hija quien organizó todo lo ocurrido en la mañana en la que vio por última vez a su hija. La relación con su expareja fue cordial hasta 2020, cuando empezó a llevarse a la niña sin justificación.
Así, tras varias semanas de diferencias, se produjo el episodio en el colegio San Rafael. El progenitor de Saray, que iba acompañado de su padre, el abuelo paterno de la pequeña, denuncia que les agredieron físicamente a ambos. Por ello interpuso una denuncia.
José Manuel afirma que el abuelo materno de la niña y el grupo de personas que le acompañaba no tuvieron ningún reparo en que Saray pudiese ser golpeada durante el forcejeo. Además, asegura que la madre de su hija lleva tres juicios a los que no se ha presentado.
La mujer estaría declarada en rebeldía a nivel judicial, según los informes. El padre quiere que la pequeña haga vida en España, pero la progenitora "no quiere acatar las condiciones que le ha dictado un juez español".
Y es que la custodia la tenía ella, pero siempre y cuando estuviera en España. Un proceso que ya ha cambiado con la decisión del juzgado de Moncada. El padre subraya que su expareja ha llegado a presentar papeles falsos para certificar que podía llevársela. Está desesperado, ya que no recibe ningún tipo de respuesta cuando intenta ponerse en contacto con ellas.
Las autoridades afirman que Saray y su madre están en una de las zonas más peligrosas de Francia. José Manuel espera que la mujer entre en razón y no tenga que alargarse más esta situación. Solo piensa en poder alcanzar un acuerdo con la madre.