Cuando elegimos qué coche comprar es el momento de decidir en qué color lo queremos. Y esta, sin duda, es una elección que suele estar guiada por los gustos de cada persona. De hecho, es muy probable que apenas haya compradores que antepongan las estadísticas sobre qué color de coche tiene más accidentes.
Entonces surge la duda: ¿realmente hay colores más peligrosos que otros?
En los últimos años, se han hecho algunos estudios para saber si el color influye a la hora de tener un accidente automovilístico. El último que ha salido a la palestra es el realizado por la empresa británica Road Angel, cuyas conclusiones más interesantes han sido las siguientes:
Ya en 2018, la Guardia Civil recordó a los conductores de coches oscuros que tuvieran en cuenta las recomendaciones de la DGT de “circular con la luz de cruce encendida durante el día, cuando circulen por carretera, especialmente los meses de menor luminosidad", siempre y cuando no contasen con luces de conducción diurna.
Según datos de la Dirección General de Tráfico, la distancia a la que vemos un coche negro o uno blanco es muy diferente: mientras que el primero lo percibimos a 70 metros por la mañana, a 130 al mediodía y a 30 por la tarde, al blanco lo detectamos mucho antes, a 160, 230 y 90 metros en esas mismas franjas horarias.
Como se puede suponer, son los colores que más se eligen para la pintura del automóvil los que más accidentes suman. Y aunque el porcentaje no mienta, es un hecho a tener en cuenta.
Hace unos meses el portal Car Vertical realizó un estudio similar al de Road Angel y las conclusiones fueron muy parecidas. Los coches rojos volvían a liderar la tabla y las razones eran similares: conductores jóvenes y modelos más potentes y rápidos.
En definitiva, los coches claros tienden a tener menos accidentes por el simple hecho de que se ven mejor que los oscuros, mientras que los de tonos llamativos llevan asociado el factor juventud y velocidad.