"Sueño con que en 2020 no haya ningún muerto por accidente de tráfico en una autopista española. Creo que es posible", ha asegurado Navarro durante su intervención en la Tribuna de la Movilidad organizada por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC).
Un deseo que choca con las estadísticas de 2010, que reflejan un incremento de la siniestralidad en este tipo de vías.
El año pasado cerró con 105 fallecidos en autopista, 25 más que en 2009, aunque un 69 por ciento menos que en 2001, cuando perdieron la vida 343 personas.
Un repunte en 2010, que Navarro atribuye a una cierta "relajación" de los conductores a la hora de respetar los límites de velocidad debido, a su juicio, a recientes campañas en favor de un incremento de la velocidad máxima permitida en autopista.
Posibilidad rechazada de plano por el responsable de la DGT que ha recordado el ejemplo de Dinamarca, que hace años incrementó a 130 el límite en autovía y sufrió un repunte del 20 por ciento de fallecidos en todas las carreteras, por culpa del efecto contagio.
"No cambiemos lo que funciona. Si subimos el límite y después aumentan los accidentes, ¿cómo nos lo comemos?", ha concluido Navarro.
Por contra, el responsable de la DGT ha apostado por reducir las velocidad medias en todas las carreteras, ya que está demostrado que un aumento de la velocidad del 5 por ciento incrementa otro 20 por ciento el número de víctimas mortales.
"A más velocidad más riesgo de accidentes y lesiones más graves", ha alertado Navarro, que ha reiterado que si todos los conductores respetaran los límites establecidos se evitarían una de cada tres muertes y los accidentes de coche en ciudad se quedarían en un "golpe de chapa".
En esta línea, el director general de Tráfico ha afirmado que el carné por puntos sigue cumpliendo su función y que es además la "garantía" de que la reducción de la siniestralidad en los últimos siete años no volverá a atrás, a pesar de los repuntes esporádicos que puedan producirse en las estadísticas.
"Los mejores también tienen altibajos", ha reconocido Navarro, que considera que las cifras de fallecidos entrarán en "una senda de consolidación y estabilidad" en el futuro.
Precisamente, y de cara a los próximos años, el responsable de la DGT se ha marcado como prioridades los accidentes de tráfico en los que se ven involucrados personas mayores y los niños, los siniestros en ciudades y carreteras secundarias y, cuando se está trabajando.
De hecho, un 10 por ciento de los accidentes de trabajo se producen al volante, y el 34 por ciento de los muertos en el tajo, fallecieron en un accidente de tráfico.
Sobre las personas mayores, Navarro ha alertado de que cada vez habrá más conductores mayores de 65 años, por lo que serán necesarias medidas específicas para mejorar la seguridad de este grupo de edad.
Preguntado en el debate por la posibilidad de prohibir que se fume en el coche, Navarro ha reconocido que el cigarrillo es un "riesgo" al volante, pero no cree conveniente poner a la Guardia Civil a "perseguir fumadores".