Salen a la luz las imágenes de la cámara que grabó a Alves y a su presunta víctima: "Ella no deja de llorar"

Ya son cuatro meses los que lleva Dani Alves en la cárcel acusado de una presunta violación el 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona. Ahora el diario Ara comenta las imágenes que grabó la cámara de seguridad de la discoteca esa misma noche.

Y es que la defensa del futbolista no tiene mucho éxito en la búsqueda de la libertad del brasileño. Mientras que la víctima mantiene su declaración, el futbolista la ha modificado hasta en tres ocasiones. Esto junto al riesgo de fuga son los motivos por los que el juez no dicta una sentencia de libertad provisional pese a que el futbolista no se rinde en sus intentos de demostrar lo contrario. Lo último ha sido escolarizar a sus hijos para demostrar que no quiere irse del país.

"Dani Alves fue el primero en salir del baño. [...] Sale luego una chica del baño donde habían estado los dos y dónde ella aseguraría, poco después, que Alves la había violado" asegura el medio. Después, según se ve en las imágenes, se podía ver a la denunciante “ir directa a la otra joven (su prima) para decirle que era hora de irse. La víctima de la supuesta agresión, distante, sólo le choca la mano. Las dos salen deprisa de la discoteca y “ella se pone a llorar”.

Uno de los gestos que se pueden observar es que ella se señala la rodilla, el lugar donde el informe médico recoge que tiene una herida. “Ella no deja de llorar durante todo el rato”, añade. El medio también describe el instante donde la víctima “está de espaldas al futbolista, pero él le coge la mano, se la lleva a sus genitales y la chica se la quita de golpe”. Además de otro momento donde Alves “baja la mano al culo de la chica”.

Ella entró al baño por sí sola pero, después de darse unos besos con el futbolista, ella quiso salir y él le puso el pestillo, así lo declaró la víctima. Los siguientes instantes fueron terribles: le pegó varias veces, le tiró el bolso al suelo y le dijo palabras obscenas antes de la agresión sexual, según relata. Una vez que el brasileño salió del baño, la víctima fue en busca de su prima y, desesperada, no quería hablar del tema. Pero uno de los agentes le aconseja que vaya a un hospital y ella solo declara que no quiere que se sepa porque no la van a creer mientras llora desconsoladamente.

En cambio, la última declaración del abogado del futbolista se basa en el argumento de que “hay mil razones distintas a la agresión para, tras haber realizado sexo con un varón de 40 en un lavabo, estalle en llanto”.