Un juzgado ordena readmitir a un camarero despedido por ser de etnia gitana en León
El Juzgado de lo Social número 3 de León también obliga a la empresa a abonarle una indemnización de 7.501 euros
El trabajador despedido tenía una buena relación laboral con la empresaria, pero las cosas cambiaron cuando esta se enteró de que era gitano
El Juzgado de lo Social número 3 de León ha declarado nulo por vulneración de derechos fundamentales el despido de un camarero, que deberá ser readmitido, al considerar que la decisión estuvo basada en que el trabajador es de etnia gitana, y obliga a la empresa a abonarle una indemnización de 7.501 euros.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, el trabajador reconoció durante el juicio, que se celebró el 17 de mayo, que tenía una buena relación laboral con la empresaria que lo había contratado aunque precisó que las cosas cambiaron cuando esta se enteró de que era gitano, y que incluso le recriminó que no lo hubiera hecho constar antes de firmar el contrato.
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El trabajador acusa a la empresaria de hacerle comentarios racistas
Explicó ante el juez que el trato de la jefa cambió totalmente, incluso haciéndole comentarios con un claro componente racista tales como: “Tienes que leer más y aplicarte en los estudios en vez de sentarte con primos a tomar litronas y tocar guitarras”.
En otra ocasión, según relató, había un grupo de hombres gitanos en el restaurante tomando algo y la jefa le dijo literalmente: “¿Ves por qué no quiero gitanos trabajando aquí?, antes, venían de vez en cuando y, ahora, a menudo, y eso no es bueno para el negocio”.
Una de las personas que estaban allí escuchó este comentario y fue citado a testificar en el juicio ratificando la versión del trabajador.
Unos días después, la jefa citó al empleado a la puerta de un centro comercial, y allí, de manera verbal, le indicó que ya no lo necesitaba más y que no contaría con él, sin darle más explicaciones sobre los motivos de su despido.
El trabajador decidió entonces acudir a la Fundación Secretariado Gitano (FSG) donde le atendió una técnica de igualdad especializada en lucha contra la discriminación, quien le animó a presentar una papeleta de conciliación al Servicio de Mediación y Arbitraje de León y posteriormente solicitar abogado de oficio para presentar la correspondiente demanda.
Desde la Fundación Secretariado Gitano se espera que este caso sirva para animar a más víctimas a denunciar cuando sufran discriminación racial o étnica en el empleo o en cualquier ámbito, y recuerda que pueden hacerlo llamando al número 021 activado desde hace unos días para acceder al Servicio de Asistencia a Víctimas del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE).
Se trata de un órgano adscrito al Ministerio de Igualdad y el servicio es prestado por la FSG junto con otras siete entidades referentes en la lucha contra todas las formas de racismo.