La Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana esperará hasta el último momento para decidir sobre el dramático caso de Marta Pérez, la joven de 19 años que lucha por su vida desde que un batido de proteínas la dejase en coma al provocarle una terrible reacción alérgica. Ingresada en un centro privado, tiene hasta el 19 de junio para volver a su hospital de referencia, el de Alcoy, donde la familia denuncia que no recibió un buen trato.
Todo se remonta a un aciago instante de la tarde del 28 de septiembre del pasado 2022, cuando Marta, salía de entrenar y, acompañada por una amiga, se decidió a probar una muestra de batido de proteínas que le ofrecieron en el gimnasio tras preguntar, –tal como defiende la familia y sus allegados–, si llevaba algún tipo de frutos secos, porque tenía alergia al pistacho.
Tras ello, ingirió la monodosis y al poco tiempo su estado comenzó a empeorar de camino a casa hasta el punto en que tuvieron que desplazarse inmediatamente a un centro de salud. Allí, le inyectaron Urbason y la mandaron de nuevo a su domicilio, pero nada mejoró. Sin recuperarse, tuvieron que volver al centro y entró en parada cardiorrespiratoria, decidiendo los medios trasladarla en ambulancia al Hospital Virgen de los Lirios, en Alcoy. El batido de proteínas contenía pistacho y había sufrido una reacción alérgica fatal que la llevaría al coma.
En aquel hospital, según contaba a Informativos Telecinco la madre de Marta, permaneció tres meses: “La sacaron de UCI con la contraindicación de la persona responsable de la sala, –que hizo un informe de que no estaba para ir a planta–, de que corría riesgo su vida”, explicó, relatando que “aun así la pasaron a planta".
En el centro hospitalario de Alcoy, denuncian, le dijeron que Marta corría “riesgo de morir” y sufrieron “un trato inhumano”. Así lo asegura la familia, que se movilizó entonces para conseguir poderes judiciales para decidir sobre la joven, –dado que es mayor de edad–, y trasladarla a un centro privado en Valencia donde pudiese ser tratada por especialistas en servicios de neurorrehabilitación; el Hospital Vithas Consuelo.
"Mi lucha ha sido que mi hija viviera, después que saliera del primer hospital al que la llevaron, y ahora que tenga la rehabilitación que está teniendo, que no nos nieguen sus tratamientos. Esa ha sido mi lucha desde que empezó todo”, contaba la madre de Marta a Informativos Telecinco.
El problema es que el tiempo para que expire su estancia en el centro privado se agota. Tenía hasta el 19 de abril para volver a su hospital de referencia, en el que la ingresaron inicialmente en Alcoy, pero obtuvieron una prórroga. Esta última finaliza el 19 de junio, y nuevamente la Consellería de Sanidad, de la que depende el centro hospitalario alcoyano, deberá pronunciarse, algo que harán “cuando llegue el momento”, según apunta ‘La Información’, que añade que desde la institución sostienen que Marta recibió la atención correcta, con “el tratamiento que requería”.
No lo piensa así la familia, que denuncia haber vivido un auténtico calvario en el hospital, clamando porque la joven siga siendo tratada por los médicos que le están ayudando a evolucionar: "No se está mirando por Marta ni las necesidades que ella tiene", expresa.