Heather Unbehaun, la madre de Kayla, la niña desaparecida en julio de 2017 cuando solo tenía 9 años y localizada ahora, –seis años después–, gracias a un documental y a una persona que, tras haberla visto, reconoció a la menor dando aviso a las autoridades, fue detenida tras de entregarse ella misma a las autoridades. Acusada de secuestro parental, durante todo ese tiempo había permanecido prófuga.
Fue el 4 de julio de 2017, durante el señalado Día de la Independencia en Estados Unidos, cuando se perdió el rastro de la pequeña. Su madre, que tenía derechos de visita, pero no la custodia total de su hija, la cual había perdido, se la llevó y nunca más volvieron a verla. El padre de la niña, Ryan Iserka, fue al día siguiente a recogerla, pero nunca regresaron al domicilio en el que debían estar en ese momento, en South Elgin, suburbio de Chicago, en Illinois, EEUU. Le dijeron que habían ido de campamento y nunca más volvió a saber de ellas.
Desde ese momento, comenzó una intensa búsqueda que no daría sus frutos hasta nada más y nada menos que seis años más tarde. Durante todo ese tiempo, la familia nunca se rindió y no dejó de buscar, denunciando los hechos por distintos canales, realizando todo tipo de campañas de difusión y recurriendo también a la televisión con el objetivo de obtener la máxima ayuda posible para encontrarla.
Tal fue así que, de hecho, su caso quedó recogido en un capítulo de la serie televisiva ‘Misterios sin resolver’, en un bloque de episodios dedicado a los secuestros parentales, algo que ha terminado siendo clave para que un telespectador, que siguió con atención el capítulo, reconociese a la niña al verla en un establecimiento de Asheville, en el condado de Buncombe, en Carolina del Norte, a nada más y nada menos que 960 kilómetros de distancia de su ciudad natal.
Comunicando sus sospechas a las autoridades, inmediatamente cogió el teléfono y dio el aviso. Cuando los agentes llegaron al lugar, y tras realizar las pesquisas pertinentes, reafirmaron lo que creía desde el primer momento: estaba en lo cierto, la menor que había visto, ahora una adolescente de 15 años, era Kayla Unbehaun, la niña desaparecida hace seis años.
Como consecuencia, la madre, Heather Unbehaun, sobre la que pesaba una orden de búsqueda emitida apenas días después de denunciarse los hechos, terminó por aceptar la realidad de la situación y se entregó ella misma a las autoridades.
De este modo, la progenitora fue detenida y se le impuso una fianza de 250.000 dólares, poniéndola en libertad días después, a la espera del juicio, algo que habría encendido a la familia paterna, que, tal como recoge CNN citando palabras del abogado del padre, no entiende que una persona que ha estado prófuga durante seis años esté de nuevo en libertad.
Pese a ello, tal como ha señalado en un comunicado la asociación ‘National Center for Missing & Exploited Children (NCMEC)’, –Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados–, el progenitor continúa muy feliz y emocionado de haberse podido encontrar por fin con su pequeña:
“Estoy encantado de que Kayla esté en casa a salvo. Quiero dar las gracias al Departamento de Policía de South Elgin, al NCMEC y a todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley que ayudaron con su caso”.
También desde el propio perfil de la serie ‘Misterios sin resolver’ se han hecho eco de la resolución del caso y el feliz desenlace después de que la menor haya sido localizada sana y salva.