Preocupación por el incendio en la comarca cacereña de Las Hurdes (Extremadura). Los vecinos no van a poder evitar pasar una segunda noche pendientes del fuego. Las llamas siguen arrasando el monte y esta tarde efectivos de la Unidad Militar de Emergencias -UME- se han incorporado a las labores de extinción. Todo está en contra de los bomberos, sobre todo, las rachas de viento que alcanzan los 50 kilómetros por hora.
Se ha activado el nivel 2 de peligrosidad de este incendio, con un alarmante foco en la parte oeste. Muchos se preguntan si seguirá soplando ese fuerte viento como vemos en estos momentos, así como las previsiones. Todo apunta a que las rachas aumenten en puntos como la localidad de Pinofranqueado tanto esta noche como por la mañana. Es el principal obstáculo al que se tienen que enfrentar los servicios de extinción.
Precisamente, también ese tiempo tan desfavorable, seco y ventoso, es lo que, según la Junta de Extremadura, ha aprovechado el autor o autores de este incendio. Y es que para ellos, el fuego ha sido claramente intencionado. Sobre las 21:00 horas, todavía quedaban dos carreteras comarcales cortadas, un campamento desalojado y un pueblo de 70 habitantes confinado, con los vecinos sin poder salir de sus casas.
Aumenta la peligrosidad del fuego con un enorme foco que recorre descontrolado Las Hurdes: "Por toda la sierra, con mucha llama. Se ha quemado todo en cuestión de nada", cuentan los vecinos. La devastación forestal se observa a muy poca distancia de Pinofranqueado. "Aquí está todo alrededor, sí", precisa una mujer. Por el momento no es necesaria la evacuación del municipio pero el humo sí obliga a tomar precauciones: "La cosa pinta muy mal".
Las condiciones meteorológicas son un impedimento para los bomberos. Rachas de 50 kilómetros por hora, temperaturas por encima de los 20 grados y escasa humedad. Y el terreno, además, es tan abrupto que algunas zonas solo se pueden combatir sobrevolando las llamas: "Los medios terrestres no daban de sí". Esta será la segunda noche en vela pendientes de la evolución del incendio "claremente provocado" en una extensión que ya ha ardido en varias ocasiones. El verdor de Las Hurdes vuelve a quedar arrebatado por el fuego.