Aunque en España parezca algo habitual abrir el grifo y beber agua, hay que tener en cuenta que es algo que solo sucede en menos de 40 países en todo el mundo. Por lo tanto, podemos sentirnos privilegiados de contar con este recurso con un simple movimiento de mano. Claro que no en todas las ciudades españolas se disfruta de agua con la misma calidad. De hecho, hay algunas donde beber agua del grifo no es recomendable.
Cada cierto tiempo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realiza un análisis de la calidad que tiene el agua de grifo en algunas de las principales ciudades españolas para detallar dónde es conveniente beber.
En este punto, cabe señalar que esta organización apunta que “aunque la primera opción para beber es el agua del grifo, que según nuestros estudios es de calidad y no tiene contaminantes en la mayoría de las poblaciones españolas, un buen porcentaje de consumidores recurren a diario al agua mineral embotellada, por el sabor desagradable o la dureza del agua corriente en su zona o simplemente por la comodidad de beber agua embotellada”.
Conviene no confundir la mala calidad del agua del grifo con que tenga un sabor más o menos agradable. De hecho, hay ciudades donde los habitantes optan por el agua embotellada precisamente por esa razón, porque el sabor no les gusta. Esto se debe a que tienen un mayor contenido en sales de cal y magnesio, pero eso no quiere decir que no se pueda beber. Así pues, a continuación nombramos las ciudades españolas con las aguas más duras, entre las que hay que mencionar a las siguientes:
Asimismo, la OCU apunta otras ciudades donde la dureza del agua también supera a la media: Tarragona, Palma de Mallorca, Albacete, Murcia y Jaén. Y es que, por regla general, las aguas más duras se sitúan en la parte Este de la Península Ibérica.
En estos lugares la propia OCU recomienda su consumo por delante del agua embotellada, ya que, además de tener calidad, resulta más cómoda y económica. "Según el Ministerio de Agricultura, el precio medio del agua mineral envasada es de 0,21 euros por litro. Si se consumen a diario, unos dos litros al día, puedes pagar unos 150 euros al año…, mientras que el agua del grifo te supone un gasto de poco más de 1 euro al año", aseguran.