Se buscan soluciones a una sequía sin precedentes y cada vez más voces señalan la agricultura y ganadería regenerativa como clave para combatir la falta de agua, la crisis climática, la subida de precios de los alimentos y para ofrecer una salida a la gente del campo.
Pero ¿qué es exactamente la llamada agricultura y ganadería regenerativa? ¿En qué consiste? ¿Es la solución a la escasez de lluvias? NIUS consulta a asociaciones ecologistas y a expertos en la materia como la bióloga Elisa Oteros, profesora de la Universidad de Córdoba y Responsable del Área de Agroecología de Ecologistas en Acción.
La agricultura y la ganadería regenerativa es un sistema de prácticas de manejo agrícola y ganadero centrado en la conservación y la regeneración del suelo, indica Elisa Oteros. “Porque la ganadería cuando es demasiado intensiva, cuando hay demasiados animales, impacta en el suelo e interfiere en su funcionamiento normal", señala.
Lo que ha desarrollado la agricultura y la ganadería regenerativa es cómo transformar las prácticas agrícolas y ganaderas para recuperar el funcionamiento natural del suelo. No solo en la parte abiótica (en el equilibrio de nutrientes, minerales y demás componentes), sino también en la parte biótica, en el equilibrio entre las distintas formas de vida que componen el suelo, argumenta la bióloga.
Se trata de un sistema agro-ganadero resiliente y regenerativo que integra suelo vivo, plantas y animales de forma productiva, mutuamente beneficiosa e interrelacionada, definen en Agricultura Regenerativa Ibérica. Una fórmula que reduce el uso de la maquinaria pesada y apuesta por los conocidos como abonos verdes, manteniendo las cubiertas vegetales y diversificando los sistemas de cultivo.
Ocurre lo mismo que en el mar, sostiene en sus redes sociales el divulgador medioambiental Javier Peña: "Los tiburones pueden ser clave para combatir la sequía”. El comunicador habla de la ecología del miedo para explicar cómo recuperar a los grandes depredadores supone que los herbívoros estén en constante movimiento y no arrasen con las praderas, sino que se comporten exactamente como precisa el suelo.
“La sola presencia de los tiburones hace que las tortugas y herbívoros marinos estén en movimiento constante y no coman demasiado en un mismo lugar. Si dejan de tener miedo se convierten en agentes destructores y acaban con la vegetación. En la tierra pasa algo muy parecido”, explica Peña.
Este es el ejemplo que sigue la ganadería o pastoreo regenerativo: el terreno se divide en cuadrículas sobre el papel y las vacas solo pasan 24 horas en una parcela delimitada por un pastor eléctrico. Así no les da tiempo a comérselo todo y dejan una cantidad buena, pero no excesiva de excrementos. Todo funciona exactamente según lo previsto por la naturaleza. La pradera produce al máximo rendimiento. La biodiversidad prospera y el suelo va llenándose de vida, y un suelo vivo y esponjoso retiene hasta 10 veces más agua que uno degradado, muestra Javier Peña en el vídeo. Pero es que además, recuerda, cerca del 40% de la lluvia proviene del llamado ciclo corto del agua, el que producen las plantas a través de la evapotranspiración, por lo que “más plantas y suelos más fértiles significan más lluvia”.
"Yo no me atrevería a decir que es la solución", responde Elisa Oteros, porque la sequía actual no se puede solucionar a no ser que se modifique "radicalmente las políticas y el sistema económico en relación al cambio climático, no tiene sentido que estemos produciendo aguacates en Almería", considera la bióloga. A lo que puede ayudar la agricultura y ganadería regenerativa es a hacer ecosistemas y sistemas alimentarios más resilientes, es decir, que lleven mejor las altas temperaturas o la falta de agua, siendo capaces de mantener el funcionamiento del suelo también en situación de sequía.
Quizás no es la única solución, pero sí es un buen paso, coincide Luis Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. Por de pronto, es una agricultura y ganadería a menor escala, con un impacto mucho menor que el modelo industrial, lo que supone una “ventaja tremenda”, asegura el filósofo especializado en medio ambiente, porque:
El modelo propuesto por Greenpeace va un paso más allá y apuesta por un sistema de agricultura y ganadería de base agroecológica y de pequeña o mediana escala. Aún así, la organización ecologista apoya el modelo de agricultura y ganadería regenerativa ya que supone "una buena opción para la mejora del manejo de los suelos y para que vaya cobrando fuerza el respeto a los animales”, explica su portavoz.
Sí, si se adopta una dieta de salud planetaria donde predominen los alimentos de origen vegetal, complementados de forma opcional con alimentos de origen animal, señala el experto. "No, si se hace como en España que cambió el modelo de comer cosas con carne a ingerir carne con cosas". Según los ecologistas, lo que se está haciendo ahora es de "una ineficiencia brutal", porque se ha decidido meter a los animales en estas fábricas de carne, leche y huevos, cuando los animales en la naturaleza sirven también para mantener el ecosistema de las praderas y cerrar el ciclo.
El modelo productivo y el modelo de consumo tienen que ir a la par, apostando por una dieta de salud planetaria, insiste Luis Ferreirim, porque "una tercera parte de los alimentos que producimos en el mundo se tira directamente a la basura", recuerda.
A pesar de todos los aspectos positivos señalados, también existen distintos desafíos como la falta de formación, dificultad en la certificación o altos costes de producción. "Para que sea rentable, la ganadería regenerativa sigue dependiendo mucho de los insumos", es decir de la cantidad de pienso que se da a los animales, indica Pablo Manzano, ecólogo e investigador del BC3, Basque Centre for Climate Change.
El biólogo medioambiental estudió con detalle este nuevo modelo y una de las cosas que destacó en su informe fue la ilusión con la que los ganaderos afrontan el reto, lo que sorprende en un contexto "depresivo" en el que el medio rural está de capa caída y con poca esperanza de que esto vaya a ninguna parte, señala el experto. El mundo rural necesita tener un relevo generacional que ahora mismo está comprometido y los ganaderos y agricultores del modelo regenerativo tienen mucha ilusión, muchas ganas de hacer las cosas bien e incorporar sistemas innovadores. "Son estos colectivos los que realmente pueden cambiar las cosas en el medio rural, haciéndolo más sostenible desde el punto de vista ambiental y también desde un punto de vista social", concluye Pablo Manzano.
Esta es la apuesta de cada vez más proyectos en España, como el de Alvelal, en las provincias de Murcia y Almería, donde las plantaciones de almendros conviven con plantas aromáticas y con el pastoreo, gracias a una labranza menos agresiva para el suelo y la apertura de pequeñas zanjas para la retención de agua.