El conductor que atropelló mortalmente a dos peatones cuando huía de las autoridades a toda velocidad por el Paseo de Extremadura, en Madrid, no solo circulaba sin carnet, sino que además transportaba en el coche cuatro catalizadores robados; una pieza muy codiciada y cotizada en el mercado negro.
Así lo señalan fuentes de la investigación, que consideran que todos esos factores se sumaron a su precipitada huida y su posterior fuga antes de, finalmente, entregarse a las autoridades horas después de los acontecimientos, al verse acorralado.
Todo comenzó, concretamente, a las 12:50 horas del jueves en el kilómetro 6,406 de la M-406 (Alcorcón-Getafe), en el término municipal de Leganés. Fue exactamente aquí donde la Guardia Civil de Tráfico les paró en un control y les dio el alto al ver que en el vehículo, en el que además del conductor iba su mujer y otro varón adulto, había también un menor que no llevaba sujeción. Se trataba de un bebé de tan solo ocho meses, el cual estaba en ese momento en brazos de la mujer.
Ante esta situación, el conductor, identificado como P.V.S, de 32 años, lejos de atender a la autoridad, comenzó entonces una precipitada huida, dando lugar a una persecución a una velocidad vertiginosa por la A5.
Sin duda, como dejan ver los nuevos avances en la investigación, no solo el hecho de recibir el alto llevar a un menor sin sujeción desató esa reacción: en el coche llevaba material robado, circulaba sin carnet en el vehículo de su esposa y, además, todos ellos tenían antecedentes.
El propio conductor era conocido por múltiples antecedentes por robos, entre ellos, algunos asociados los catalizadores. Ella, de 25 años, por su parte, también tenía un reconocido historial por hurtos y tenía incluso tres requisitorias policiales en vigor. El tercer adulto, un varón de 27 años, igualmente tenía antecedentes por delitos contra el patrimonio y otra requisitoria policial.
Ante esa situación, el conductor no dudó y dio lugar a la tragedia. Aceleró y emprendió la huida, adentrándose en el Paseo de Extremadura. Allí, dos hombres de 72 y 81 años fueron brutalmente atropellados cuando se disponían a cruzar por un paso de cebra; uno a la altura del número 154 y otro a la altura del 160. La velocidad del coche era tal que no tuvieron tiempo de reaccionar. Murieron en el lugar.
Además, otras cinco personas resultaron heridas, entre ellas un matrimonio de 65 años que tuvo que recibir asistencia ante la crisis de ansiedad que les provocó, y una nonagenaria que hubo también que ser asistida por los servicios de emergencias.
La Policía subraya que los atropellos se produjeron intencionadamente: el conductor no frenó en ningún momento. De hecho, tras bajar por todo el Paseo de Extremadura, ya a la altura del Puente de Segovia, cuando se bajó del coche fue para emprender una fuga a pie.
Los otros ocupantes del vehículo, su mujer y el otro varón, ambos de nacionalidad española, fueron detenidos. El bebé, afortunadamente, se encontraba bien.
No fue hasta pasadas unas horas cuando el conductor, acorralado, se entregaba a las autoridades en la Comisaría de Policía Nacional del distrito de Latina. Este viernes, continúa bajo custodia policial.
Los detenidos están acusados de delitos de homicidio y resistencia y desobediencia a la autoridad, además de las requisitorias.
En el caso del conductor, poder inculparle de un homicidio doloso será clave, porque la pena es mucho mayor que si se trata de un homicidio por imprudencia.