El puente de mayo, ¿el último con mascarilla obligatoria en farmacias y hospitales?

La mascarilla en farmacias tiene los días contados. Tanto, que ya no cuesta encontrar clientes que entran sin el cubrebocas o dependientes que los llevan de forma testimonial, por debajo de la nariz o directamente en la garganta. Es el último vestigio de la pandemia y según Fernando Simón se eliminará “pronto”. ¿También de los centros sanitarios? No, aquí, según el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, “no estaría de más mantenerlo” durante un tiempo, para evitar el contagio del coronavirus y otras enfermedades respiratorias.

Hay quienes incluso van más allá y solicitan ya su retirada definitiva. Así lo han hecho ocho sociedades médicas internacionales que entienden que ha llegado el momento de convivir con la covid-19 como con cualquier otro virus. El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, también considera que hay que decir adiós a las mascarillas, salvo en casos “muy concretos”, como en quirófanos o en situaciones de riesgo para personas vulnerables e inmunodeprimidas.

Cada vez hay más voces que apuestan por decir adiós a su obligatoriedad, a pesar del aumento de la incidencia impulsado por el efecto de la Semana Santa. ¿Tendrán las interacciones sociales de este puente de mayo el mismo efecto?

Teniendo en cuenta la alta inmunización de la población española, más que los contagios, lo que importa ahora es ver cómo estos repercuten en la gravedad de los casos. Con una incidencia de 89 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, los niveles de hospitalización en las UCI se muestran estables, con 105 pacientes. El número de personas fallecidas es de 61 en los últimos siete días, según el último informe de Sanidad del 21 de abril.

Con estos datos ¿podría ser este el último puente festivo con mascarilla obligatoria? “Ojalá” responde a NIUS el epidemiólogo Quique Bassat. “En Cataluña lo estamos pidiendo porque tiene todo el sentido, aunque en Sanidad se muestran conservadores por este ligero aumento de los casos y alguna variante que está creciendo en India y Estados Unidos y que podría crecer también aquí”, explica el investigador del ISGlobal.

Se trata de la variante llamada Arcturus, como la estrella, y la OMS la ha declarado variante de interés. La XBB.1.16, sublinaje de ómicron, está superando a variantes anteriores en países como India, donde está causando una ola de contagios que ha llevado a recuperar la obligatoriedad de la mascarilla en algunos estados. El síntoma más característico de la nueva subvariante es la conjuntivitis, sobre todo en niños, y aunque se contagia más rápido y escapa a la inmunidad reciente, Arcturus no parece estar causando enfermedad grave, por lo que la OMS la ha declarado variantes de interés, pero mantiene su riesgo como bajo. 

El final de la mascarilla obligatoria tiene que ser aprobado por el Gobierno a través de un decreto ley publicado en el BOE. Así se procedió cuando se dijo adiós al cubrebocas en la calle, en interiores o en el transporte público, el pasado 8 de febrero. En este caso se actuaría de igual forma: escuchando a los expertos de la Ponencia de Alertas, (Fernando Simón es uno de ellos) y llevando el asunto a la Comisión de Salud Pública donde representantes del Ministerio y técnicos de las comunidades autónomas proponen, debaten y aprueban las medidas sanitarias que luego serán refrendadas por los consejeros de Sanidad en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Este jueves hay Comisión de Salud Pública, aunque la mascarilla no figura en el orden del día, aseguran fuentes de Sanidad. Lo previsible es que la decisión se acuerde después de la festividad del 1 de mayo, el que puede ser el último puente con mascarilla obligatoria en las farmacias y centros sociosanitarios de España. Un fin de la obligatoriedad que, tal y como subrayan los expertos, no significa que se deje de utilizar. De hecho, según Fernando Simón, llevar mascarilla cuando se tienen síntomas de enfermedad respiratoria es la forma de demostrar "que te preocupas por las gentes que hay a tu alrededor" y si se consigue mantener esa cultura de proteger a los demás, la obligatoriedad de la mascarilla se "eliminará pronto".