Dos personas han muerto, un joven músico con una carrera prometedora y una enfermera, este fin de semana en el incendio de un restaurante en Madrid. La familia del chico, empleado del local, se plantea denunciar. El local no había pasado ninguna inspección desde que fue reformado.
El restaurante Burro Canaglia de la plaza madrileña de Manuel Becerra se abrió en 1997 y en 2021 se le hizo una reforma exprés de solo 9 semanas. Desde entonces no había pasado inspección alguna.
En el local, decorado con plantas de plástico colgando del techo y de las paredes, se terminaban los platos con fuego en las mesas, delante de los comensales. Eso fue lo que provocó un incendio que devoró el restaurante, repleto de gente un viernes por la noche, en cuestión de 10 minutos.
Fue en esa reforma de 2021 cuando se le puso esa decoración de plantas artificiales que ha resultado mortal. La decoración de estos restaurantes italianos, que son una franquicia, ha sido premiada.
La investigación se centra en aclarar si el local tenía todos los permisos. Se especuló que no lo tenía para una cocina, algo que se ha descartado desde el Ayuntamiento de Madrid.
También se especulaba con que no tuviera salida de emergencia. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha asegurado que no la tenía porque desde "no era necesario" con las dimensiones del restaurante y por el número de comensales autorizado.
Sobre la decoración, altamente inflamable, la normativa local recoge que no se puede poner ningún elemento así en el camino de los clientes al exterior o en zonas de seguridad como las salidas de emergencia.