En pleno mes de abril, España se prepara ya para la llegada de una ola de calor que se ha adelantado con creces al verano. Las altas temperaturas, mucho más cálidas de lo normal para estas fechas, junto con la ausencia de lluvias, han provocado que la campaña antiincendios también se adelante mes y medio.
La preocupación crece por momentos. También en Europa, que teme un episodio de sequía extrema este verano. Muchos campos están totalmente secos, como es el caso de 13 comarcas de Cataluña, que han elevado su riesgo de incendio al nivel dos.
En este escenario que hace estremecer especialmente al sector agrario y ganadero, entre otros tantos, la Fiscalía de Medio Ambiente advierte en un escrito a sus fiscales que en 2022, en comparación con la última década, la superficie forestal quemada casi triplica la media, –y hablamos de más de 300.000 hectáreas–.
No hay más incendios, pero sí son más voraces, recalca. La mayoría, seis de cada diez, empiezan con una negligencia humana: alguien que prende unos apuntes tras aprobar la asignatura; quemas de residuos agrícolas, una chispa de una máquina...
Según la Fiscalía, solo uno de cada cuatro incendios forestales es intencionado. También se ha detenido o investigado por estos incendios a 482 personas, más que ningún otro año. No obstante, en lo que se refiere a casi la mitad de lo quemado, todo se originó por un rayo.
Ejemplo de esto último son los que en Zamora arrasaron más de 50.000 hectáreas, falleciendo cuatro personas.
Ante esta situación, la Fiscalía de Medio Ambiente identifica como zonas de alto riesgo Cataluña, Galicia, Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana, y se plantea introducir que haya planes de prevención a la hora de enfocar la investigación penal de un incendio.
Entre tanto, incluso Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio, se ha pronunciado recientemente para referirse al cambio climático y el impacto de las altas temperaturas en múltiples aspectos, como los asociados a los riesgos laborables que puede ocasionar.
"Vamos a tener que modificar hábitos de trabajo porque el calor a mediodía va a generar fallecidos, ya lo está haciendo. Son pocos, hay mecanismos para controlarlo, pero hay que garantizar que las medidas se cumplen", ha advertido el epidemiólogo.