Mercedes P.B., la mujer del médico detenido acusado de maltratar a sus ocho hijos menores de edad en Colmenar Viejo, ha asegurado en un escrito enviado al Juzgado de Instrucción número 4 de Colmenar Viejo que nunca ha sufrido maltrato ni físico, ni psicológico ni económico por parte de su marido.
En este escrito al que ha tenido acceso en exclusiva el medio de comunicación 'Vozpopuli', la mujer del médico que trabaja actualmente en el Gregorio Marañón ha pedido que se revoque la orden de alejamiento de su marido sobre ella. Es decir, Mercedes pide al juzgado de Colmenar Viejo el cese de la medida cautelar y el archivo y sobreseimiento de la presente causa.
Hay que recordar que Domingo S.S. fue detenido y puesto en libertad por el supuesto maltrato a sus ocho hijos menores de edad. En la detención, la Fiscalía también propuso una denuncia por malos tratos del médico hacia su mujer. Denuncia que iba acompañada de una orden de alejamiento y que el juez encargado del caso aceptó.
Por su parte, Mercedes P.B. se negó a tramitar dicha denuncia contra su marido ante la Guardia Civil. Hecho por el cual tuvo que actuar la Fiscalía y tramitar dicha denuncia y orden de alejamiento.
Ahora, Mercedes P.B. ha enviado un escrito al juzgado que sigue su caso en el que niega cualquier tipo de maltrato sufrido por parte de su marido: "No existe ni un solo parte médico ni solicitud de ayuda", añade.
En el escrito al que ha tenido acceso 'Vozpopuli', la madre de los ocho hijos que, supuestamente, han sido maltratados por su padre sostiene que sus hijas mayores y uno de los menores han "faltado a la verdad" en sus declaraciones. Según su propia madre, los menores habrían mentido "con motivo de los problemas de la etapa de adolescencia que están viviendo".
Esta versión ofrecida pro la propia madre de los niños supuestamente maltratados no casa con los testimonios y pruebas recogido por los agentes de la Guardia Civil. Al parecer, los niños vivían hacinados en una habitación, a veces, los dejaban horas en el patio. Los padres del colegio en el que estaban escolarizados aseguran que tenían piojos, carecían de higiene y nunca participaban en actividades lúdicas del centro.
En una ocasión, contaba un vecino, uno de los menores, todos de entre 8 y 14 años, prendió fuego a la valla del jardín de la casa y casi provoca un incendio en la vivienda.
Los niños vivían en una habitación hacinados en literas, donde solían permanecer con las persianas bajadas. De hecho, cuentan, que tenían prohibido hacer uso de otras partes de la casa como el salón. En otra de las ocasiones, una niña habría estado a punto de tirarse por la ventana. Cuando los dejaban salir al patio, a veces, los dejaban allí horas y horas sin tener en cuenta si hacía frío o caía la noche.
Según el informe de la Guardia Civil remitido al juez, los menores vivieron un calvario en su propio hogar hasta que sus padres fueron detenidos el pasado 29 de marzo.
Los padres del colegio en el que estaban matriculados los hermanos de Colmenar Viejo contaron al diario 'El Español' que tenían falta de higiene. A veces, cogían piojos que la madre se negaba a quitarles por no gastar en los productos.
Los niños no participan en excursiones del colegio ni en otras actividades. De hecho, para el carnaval eran los padres de otros alumnos quienes se encargaban de los disfraces de los menores para que no fueran los únicos sin participar. Faltaban mucho a clase pero el padre, médico de profesión, siempre lo justificaba de alguna forma.
Los hermanos, que están bajo custodia de los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, ni siquiera llevaban la merienda al cole.