La madre de Isaías, el niño muerto mientras jugaba al fútbol en Sestao: “No sabía si estaba vivo o muerto" al llegar a la pista

  • La madre de Isaías, el niño muerto en Sestao, explica que cuando llegó a la pista avisada por un amigo "no sabía si estaba vivo o muerto"

  • Precios Adenitis cuenta que no le dejaron despedirse de su hijo de 12 años antes de llevárselo para hacerle la autopsia"

  • “Mi hijo tenía un corazón muy grande. Todos los niños querían jugar con él”

Precios Adenitis, la madre de Isaías, muerto a los 12 años mientras jugaba al fútbol con amigos, ha contado cómo vivió el peor momento de su vida. “Nunca me sentí tan vulnerable”, ha asegurado una mujer que se subió a un cayuco con una niña de tres años y que tuvo que pedir en la calle para dar de comer a sus hijos. La autopsia ha revelado que el niño pudo no morir del balonazo.

Precios Adenitis, nigeriana, sufrió un “ataque de ansiedad” cuando le confirmaron la muerte de Isaías tras más de una hora tratando de reanimarle.

Cuando llegó a la pista del colegio donde estaba jugando su hijo “no sabía si estaba vivo o muerto”.

La mujer ha contado que Isaías, de 16 años, y ella habían terminado de comer cuando él le pidió ir a jugar y le dio permiso pero que “solo una hora”. Un amigo del menor llegó a su casa corriendo para decirle que estaba en el suelo vomitando después de que le dieran un balonazo.

Precios dice que corrió todo lo que pudo y que cuando llegó ya había una mujer, pediatra que estaba en la pista, tratando de reanimarle.

Lamenta que no le dejaron despedirse de Isaías

Al principio, ha contado a El Correo que “me dejaron pasar, me dieron un poco de tiempo y recé con mi hijo”. Después la obligaron a marcharse y no lo pudo ver más. “Les pedí que me dejaran pasar. Yo quería ver a mi hijo, pero no me dejaron. Me dijeron que se lo llevaban para hacerle la autopsia. ¡Eso no se puede hacer!”.

Ella estuvo asistida por su pastor y un equipo de psicólogos ayudó a los allegados y amigos de Precios, la familia en Sestao de una mujer que ha criado sola a sus dos hijos.

Precios reconoce que Isaías había padecido una enfermedad cuando era más pequeño, pero ahora “estaba muy sano, muy bien. Su doctora decía que podía jugar con otros niños de su edad. Pero no con personas de 16 o 17 años”.

Sus allegados dicen que le dieron “fuerte, jugando” y por eso ella pide “ver las grabaciones de las cámaras” de seguridad y hablar con el joven que le dio el golpe. “Hace dos días que mi hijo está muerto y no sé ni quiénes son sus padres. Todavía no les he visto. Yo soy madre y si ocurriese algo así, habría ido a hablar ya con ellos. Soy negra, de Nigeria, así no se hacen las cosas”.

“Mi hijo tenía un corazón muy grande. Todos los niños querían jugar con él”, dice Precios. Ella quiere “enterrar a Isaías aquí”. Sus vecinos están planteándose hacer una colecta. 

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