La prohibición por ley de los espectáculos o actividades que atentan contra la dignidad de personas con discapacidad se vota este miércoles en el Senado. La norma afectará a las compañías en las que trabajan 30 personas con acondroplasia, entre ellos actividades como la de los enanitos toreros o El Popeye torero, que han mostrado su rechazo a la iniciativa .
La decisión no ha sentado bien en estas empresas que consideran la nueva ley contra los espectáculos que denigren a personas con alguna discapacidad "una auténtica aberración", como ha asegurado Daniel Calderón, responsable de Diversiones en el ruedo y sus enanitos toreros.
Desde la empresa no entienden que echen el cierre a un trabajo profesional que les gusta, del que viven sus familias, por el que cotizan y que cumple las normas de los espectáculos taurinos.
"No hay en ningún sitio donde se diga que para ser actor humorístico tienes que tener una altura, una raza o una etnia; estamos bastante disgustados porque nadie nos ha preguntado y dan por sentado que se denigra o se ríen de las personas y es al contrario: el respeto que nos tienen es impresionante", ha explicado Calderón.
La compañía que dirige Daniel Calderón, que se define en redes sociales como un "espectáculo cómico taurino que inculca los valores de la tauromaquia entre familias" está formada por 14 personas, "7 de talla baja".
"Comemos de ello; es una auténtica aberración que, encima que tienes la oportunidad de trabajar en algo que te gusta, que eres un profesional que cotizas legalmente, te lo prohíban; es como si por ser rubia en tu trabajo no te dejaran ser periodista: no se entendería", han argumentado a EFE su disconformidad con la Ley que prohíbe los espectáculos que atenten contra la dignidad de personas con discapacidad.
No se incluyen entre las filas de agraviados por su estatura y apuntan a que el problema está en "los que piensan de manera tan compleja" de que su trabajo es una vejación hacia las personas con discapacidad.
"Los que estamos en el espectáculo somos libres, ejercemos el trabajo que queremos y nadie nos obliga a nada, es algo inexplicable lo que pasa en España", insiste este empresario, que recuerda que trabajan en Francia y Portugal, países donde no tienen ningún problema.
"Estamos totalmente regulados, tenemos un convenio taurino, tenemos una base de cotización, es que somos toreros y no lo pueden prohibir; en la tauromaquia tenemos nuestras armas, tenemos nuestros derechos y abogados e iremos hasta la última a defenderlo", ha explicado este empresario, que además desconfía de las alternativas laborales.
"Es fácil prohibir sin darte una alternativa laboral; la única es que cobres una ayudita de 400 euros que no te vale ni para pagar gastos y dar de comer a tu familia o trabajar en la ONCE, donde ellos te obliguen a estar en calle: ¿y eso no es denigrante?", pregunta.
"No queremos formación, ya tenemos nuestro oficio; es como si eres carpintero y ahora quieres enseñarme a ser charcutero, porque a usted le da la gana. No hay ni por dónde cogerlo, no tiene ni pies ni cabeza".
Las personas con discapacidad, agrupadas en asociaciones como el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), ganaron la batalla legal para que este tipo de espectáculos dejen de existir y el resultado es la ley que prohíbe los espectáculos en los que una discapacidad se convierta en burla o diversión. Así lo dejó claro el director general de Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales, Jesús Martín Blanco: "El enanismo no es ninguna profesión; en España no hay bufones, sino personas" .
Entre los diferentes grupos políticos hay consenso para la aprobación de este miércoles en el Senado pasará al Congreso para la votación definitiva con el apoyo mayoritario.
Lo anunció la diputada de ERC Norma Pujol tras ser respaldada la enmienda de su grupo: "Quedan prohibidos los espectáculos o actividades recreativas en que se use a personas con discapacidad o esta circunstancia para suscitar burla, la mofa o la irrisión del público contrario al respeto debido a la dignidad humana", recoge la iniciativa aprobada por la Cámara Baja.
Las administraciones públicas, en el ámbito de sus competencias, deberán desde ahora promover políticas, estrategias y acciones públicas, en cooperación con las organizaciones sociales, para que las personas con discapacidad que laboralmente intervenían en esos espectáculos "puedan transitar a ocupaciones regulares".
La reforma de la ley de discapacidad para prohibir estos actos era un compromiso que asumió el Ministerio de Derechos Sociales, que en numerosas ocasiones ha pedido públicamente la cancelación de estos espectáculos al considerar que denigra a las personas con acondroplasia y atenta contra la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Además, la ley traspone cuatro directivas de la UE sobre accesibilidad de productos y servicios, migración de personas altamente cualificadas, tributaria y digitalización de actuaciones notariales y responsabilidad civil por daños nucleares o por materiales radiactivos.