El caso de Anna y Olivia marcó un antes y un después en la historia de España. Aquel 27 de abril de 2021 puso en primera plana el significado de la violencia vicaria, la forma más extrema y salvaje de dañar a las madres a través de los hijos. Las niñas de Tenerife perdieron la vida a manos del que era su padre, Tomás Gimeno, que también se quitó la suya. Un crimen para el que no caben calificativos.
Dos años después de lo acontecido, Beatriz Zimmermann no olvida, pero tampoco guarda rencor u odio. Solo tiene el recuerdo de amor de sus pequeñas, quienes dejaron un legado de lucha para que ningún menor atraviese una situación similar. Ella se apoya ahora en sus dos pilares fundamentales: su marido, Eric, y su hija, Elsa.
La pequeña Elsa nació el 26 de abril del año pasado, justo un día antes de que se cumpliera el primer aniversario de la desaparición de Anna y Olivia. Su llegada al mundo supuso un aire de ilusión, "convierte el dolor en amor". La niña está a punto de cumplir un año y guarda gran parecido con sus hermanas: su forma de ser, su cara, su cabello... La definen como "una belleza, una preciosidad", "todo cuanto se pueda definir de ella es poco". Es una niña con "melena rubia" y con unos "grandes ojos azules" que parezcan querer explorar ya el mundo. Para Beatriz y Eric supone una "gran bendición" en sus vidas.
Eric, el marido de Beatriz, estuvo con ella en todo momento. Atravesó todo el dolor y los momentos angustiosos que se vivieron en el 2021. El matrimonio ahora goza de estabilidad y disfruta de su hija Elsa: él es "una persona encantadora". La mujer española de origen alemán fue todo un ejemplo de cómo superar problemas y situaciones tan crueles como las que se vivieron en este caso. Su día a día está relacionado con seguir adelante y mirar hacia el "futuro". Así lo transmite.
Este "camino de futuro" no quita que la madre siga sintiendo totalmente a sus hijas, Anna y Olivia. Para ella son un presente y seguirán siéndolo siempre. No forman parte de ningún pasado, continúan estando ahí. Estos días, eso sí, siempre se remueven muchos recuerdos. De forma imprevista, a todos los que vivieron aquel caso en primera persona les surgen los momentos que se atravesaron.
El mensaje claro es el de "aceptar" esta situación y entender que todo lo que se recuerde tiene que ser desde el amor. El de Beatriz, como demostró, fue incondicional, limpio y transparente. La emoción es inevitable estos días.
Otra de las personas que apoyaron y conocen a Beatriz es Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la madre en el caso de Anna y Olivia. Tanto para él como para su mujer, es más que una amiga. Vivieron con ella todos aquellos momentos tan difíciles: "Fue todo un ejemplo de amor y superación. Es una persona que admiro profundamente. Desde que la conocí, dije lo mismo: transmite paz, confianza, fe y futuro, que es algo muy difícil de transmitir en casos de personas que han atravesado una situación como la que vivió ella".
Ahora, "Elsa es su pilar fundamental. Por supuesto, su esposo y sus amigas también, pero la pequeña es la que le da fuerzas en el día a día, al tener que cuidarla. Si Elsa no estuviera, Beatriz tampoco estaría".
El presidente de SOS Desaparecidos quiere recordar también todo desde el amor, ya que, para él, "almacenar odio es el peor castigo que podemos tener". No olvida cómo la sociedad se volcó con Beatriz en este caso y la importancia de este: "Traspasó fronteras y todavía recibimos muchos mensajes de cariño. Anna y Olivia marcaron un antes y un después. Su legado es la lucha de que, lo que les pasó, no le pase a ningún otro niño"
"Hay que proteger a los menores. Y ya no de una forma tan cruel como es la violencia vicaria, sino también en otros asuntos importantes como los malos tratos o las sustracciones parentales. Los hijos no tienen dueño. El dueño de los hijos es la vida. Los padres y las madres estamos para educarlos y formarlos, para poner la semilla de los buenos valores en ellos, pero no somos dueños de nuestros hijos", precisa el portavoz.
Para Amills, el caso de Anna y Olivia ha "salvado muchas vidas". "Significó abrir los ojos a muchas mujeres que estaban en peligro y que podían haber vivido la situación de Beatriz. Se tomaron medidas. Muchas mujeres le han agradecido a ella haber podido tomar decisiones. Incluso recibimos dibujos de niños y adolescentes cuando se mantenía la búsqueda, dibujos que transmitían el amor de padres a hijos, una lección de vida".
El presidente de SOS Desaparecidos solo pide respeto para esta familia y habla del amor que transmiten, pero no encuentra apenas palabras para describir lo "cruel, horroroso e inhumano" que fue el "sujeto" que arrebató la vida a las niñas.
El caso de Anna y Olivia, de uno y seis años respectivamente, ocurrió el 27 de abril de 2021 en la isla de Tenerife. Por la tarde, entrando la noche, Tomás Gimeno, cometió el asesinato de sus hijas. Posteriormente, según la investigación, las arrojó al mar y él se quitó también la vida. El 10 de junio (Día de la Santa Olivia), gracias al arduo trabajo de la Guardia Civil, así como de otros cuerpos, y la colaboración del buque Ángeles Alvariño en la búsqueda, se localizó el cuerpo de Olivia.
La autopsia determinó que falleció por asfixia mecánica, es decir, por asfixia o estrangulamiento. Un doble crimen machista y un caso de violencia vicaria que conmocionó a España y a ciudadanos de todo el mundo. Según Amills, el haber podido dar con la mayor de las niñas fue "un milagro", ya que, de no ser por el trabajo de las autoridades, que hicieron todo lo que pudieron, todavía no se sabría la verdad y se estaría en un escenario de muchas conjeturas. El sufrimiento se habría alargado.
La sociedad española fue un "ejemplo de solidaridad y apoyo" en este caso. Amills pide que las palabras que se realizaron a nivel político en este caso no se queden en palabras. "Hay que enfocar todo en la prevención, la información y la formación, luego ya legislar. Pero no legislar sin información ni formación. Anna y Olivia dejaron un legado para poner la atención en la violencia vicaria.
"Ante cualquier signo de violencia, de amenazas, de insultos, hay que tomar medidas de forma inmediata. Tenemos que proteger a los niños. A todas las mujeres que se sientan amenazadas, el mensaje es que hay que tomar las medidas oportunas y poner remedio a la situación. Porque se trata del futuro de los hijos", sentencia el presidente de SOS Desaparecidos.