Ha sido una de las noticias que más ha conmocionado al país esta semana. Isaías, un niño de 12 años moría en Sestao, y las primeras informaciones apuntaron a que la causa había sido un fuerte balonazo en el abdomen. El miedo entre los padres al escuchar la noticia era obvio. ¿Cómo podía morir un niño de un balonazo?
La autopsia del pequeño, desvelada por El Correo, y cuyos primeros datos son preliminares, aporta un poco de luz a las circunstancias de la muerte del pequeño que apunta más a una muerte súbita de origen cardíaco. La muerte súbita cardiaca es un colapso o paro cardiaco súbito secundario a arritmias cardiacas, en personas con o sin enfermedad cardiaca; la sangre deja de fluir al cerebro y todo el organismo y causa la muerte si no es tratada en minutos.
En Sestao (Vizcaya), la plaza San Pedro y el patio del colegio de La Salle, son escenarios habituales para jugar a la pelota. De hecho, el propio colegio señalaba a Informativos Telecinco que el niño no pertenecía al colegio pero como muchos otros acudía allí a jugar porque las instalaciones permanecían abiertas precisamente para ese objetivo, para que toda la comunidad pudiera disfrutar de las mismas.
Muchos padres han tenido recelos desde esa fecha de dejar a los niños a ir jugar. El impacto de saber que un compañero y amigo había muerto de un balonazo ha sido grande. Y también para los pequeños que jugaban con él en ese instante. El pequeño cayó desplomado nada más golpearle la pelota, comenzó a convulsionar y al momento entró en parada cardiorrespiratoria.
La madre de uno de los niños que jugaba con él comenzó a hacerle rápidamente las prácticas de reanimación. La mujer, pediatra de profesión, no pudo hacer nada por su vida. Ni siquiera cuando llegaron los servicios de Emergencia momentos más tarde lograron recuperarle. Hora y media estuvieron intentándolo. La madre ha reconocido después que el pequeño ya presentaba problemas cardiovasculares y en el bazo.
La respiración y el flujo sanguíneo se detienen de inmediato. En cuestión de segundos, la persona queda inconsciente y muere. La muerte cardíaca súbita es diferente del paro cardíaco súbito. El paro cardíaco súbito consiste en la interrupción repentina de la actividad cardíaca debido a un ritmo cardíaco irregular. Se puede sobrevivir con una atención médica correcta y rápida.
Cuando la muerte súbita se produce en adolescentes o adultos jóvenes, a veces, se debe a enfermedades del corazón no diagnosticadas, como una enfermedad cardíaca genética. La presencia de un problema cardíaco sin detectar puede provocar que una persona joven muera repentinamente mientras hace actividad física, como al practicar un deporte de competición. Sin embargo, la muerte cardíaca súbita también puede ocurrir sin necesidad de hacer un esfuerzo. Los cálculos varían, pero, según algunos, aproximadamente entre 1 de cada 50.000 y 1 de cada 80.000 deportistas jóvenes tiene muerte cardíaca súbita cada año.