En el marinero barrio valenciano de El Cabañal la procesión no sólo se disfruta en las calles. Los amantes de está tradición van de casa en casa donde se exponen las imágenes religiosas. Floristerías, locales de las cofradías y domicilios particulares se convierten en improvisadas capillas donde admirar esta artística imaginería.
En el Cabañal los feligreses procesionan de casa en casa para admirar unos altares adornados con todo tipo de detalles. Una particular peregrinación por los barrios marítimos de Valencia que cada año congrega a cientos de devotos a los pies de estas sagradas esculturas.
Uno de los vecinos, Pepe, tiene el curioso récord de haber acogido cada una de las tallas: "Desde el 2009 llevo teniendo imágenes cada año y tal, y repeticiones de algunas también". Este año vuelve a tener consigo al Cristo de Medinaceli, y su floristería ha llenado de color la capilla donde lo mima con sumo cuidado.
Vicente ha tenido que esperar demasiado tiempo para volver a albergar el Cristo Salvador en su casa: "Estuvo en mi casa hace 20 años la última vez y este año ha vuelto a mi casa".
Emoción y devoción de unos vecinos con la Semana santa a las puertas de casa.