Estremecedor caso de violencia doméstica en Colmenar Viejo, Madrid, que conmociona a sus vecinos. Un matrimonio ha sido detenido por maltratar a sus ocho hijos menores de edad. Malvivían en una habitación, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados mediante maltrato físico o dejándolos a la intemperie en el patio de la vivienda.
La denuncia de una amiga de una de las hijas activó el protocolo de investigación. Llevó directamente a la Guardia Civil a la casa familiar y allí descubrieron que no solamente la menor de 14 años vivía en unas condiciones lamentables, sino sus siete hermanos, el pequeño de tan solo 4 años.
Las persianas siempre estaban bajadas. “Nunca tenían las ventanas abiertas, todos los días a todas horas, todo cerrado”, relata una vecina, que cuenta que nunca vio a los niños en la piscina de la urbanización. “Esa puerta no se abre nunca prácticamente”, señala otro.
Ninguno se explica esa “locura”, porque, además, todos ellos eran maltratados presuntamente por el padre, un médico de un hospital madrileño, y por la madre, que a su vez era víctima de violencia de género. Él mismo les firmaba las autorizaciones para no ir al colegio cuando se les notaban los colpes.
Vivían en una casa con “una cantidad impracticable de enseres, que estaban por medio, de bolsas, es como si tuvieran síndrome de Diógenes”, indica Mercedes Martín, portavoz de la Guardia Civil.
La investigación judicial confirmó que los pequeños vivían en una situación grave de desamparo, en una habitación con literas.
A la insalubridad se unía la malnutrición y las vejaciones. El padre los castigaba en un patio “hiciera calor, hiciera frío, lloviera o no” y les pegaba constantemente con el cinturón y una vara de bambú.
Los progenitores están a la espera de juicio. El juez les ha retirado la patria potestad y les ha impuesto orden de alejamiento de sus hijos y al hombre, además, también le ha impuesto una orden de alejamiento de la madre de los niños.