Los ayuntamientos, impotentes ante el aumento de sillas portátiles en los recorridos de las procesiones de Semana Santa
Las multas del ayuntamiento de Sevilla no logra evitar que muchos ciudadanos acudan a ver las procesiones con sillas portátiles
Los responsables municipales denuncian que la acumulación de personas sentadas pone en peligro la seguridad de los penitentes
De la sobriedad del Silencio a las dos Esperanzas: Sevilla, en “Madrugá" plena
Estos días de tantas procesiones por España, hemos visto una imagen que sigue provocando bastante tensión entre el público y un enfrentamiento directo con muchos ayuntamientos que multan a todos aquellos que utilizan sillas plegables para estar en primera fila y aguantar largas horas de espera. Pero ni con sanción económica por medio consiguen evitarlo.
Esperar el paso lento de las cofradías en Sevilla, puede necesitar asiento y eso es lo que hacen cientos sino miles de ciudadanos que se acercan a los recorridos oficiales de las cofradía y sus pasos cargados con sillas portátiles y plegables con las que hacer más cómoda una espera que, en muchos casos es de horas.
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El precio de las sillas en el recorrido oficial es un lujo para muchos ciudadanos
Pero las sillas portátiles inundan la calle. Más allá de la edad o los problemas de movilidad. Es lo que se conoce como Semana Santa estática, que en puntos clave forman acampadas de horas que dificultan el paso, incluso de los nazarenos y comprometen la seguridad.
De nada sirven las prohibiciones municipales en puntos críticos, ni los 120 euros de multa por reservar sitio. El fenómeno divide a los sevillanos. Quienes reclaman solo palcos y sillas del recorrido oficial, con precios de entre 100 y 1000 euros, y quienes defienden el asiento portátil por asequible y popular.