La Policía Nacional ha encontrado al propietario de una importante cantidad de dinero que fue entregada por una persona que paseaba de noche por el barrio pamplonés de Iturrama. El hallazgo se produjo cuando el ciudadano pasaba justo al lado de un cajero automático de una entidad bancaria. En ese momento se dio cuenta de que en la pantalla de dicho cajero le indicaba "que podía recoger su dinero". Pudiendo observar como en la ventana de entrega de efectivo había un fajo de billetes.
El ciudadano cogió dicha cantidad con la seguridad de que pertenecía a alguien que no había terminado convenientemente una operación bancaria y, dado que ya era muy de noche, se fue a su casa para, al día siguiente a primera hora, dirigirse a la Jefatura Superior de Policía de Navarra, sita en la calle General Chichilla, a entregar la cantidad de 1.000 euros en billetes de distinto valor.
En las dependencias de Policía Nacional se le tomó la declaración correspondiente donde se recogieron los hechos descritos y donde se le informó de un precepto que es muy importante cuando cualquier persona encuentra algo que no es suyo. Según ha explicado el cuerpo policial en una nota, el artículo 615 del Código Civil establece que "el que encontrare una cosa mueble, que no sea tesoro, debe restituirla a su anterior poseedor. Si éste no fuere conocido, deberá consignarla inmediatamente en poder del Alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo".
Pasados dos años, a contar desde el día de la segunda publicación, sin haberse presentando el dueño, se adjudicará la cosa encontrada o su valor al que la hubiese hallado". Una vez realizada dicha entrega, la Policía Nacional inició las gestiones tendentes a encontrar al legítimo dueño de dicha cantidad. Contactando con la entidad bancaria se pudo saber que un cliente había reclamado por no encontrar en su cuenta bancaria un ingreso efectuado la noche del hallazgo.
Los agentes policiales se pusieron en contacto con dicho cliente y comprobaron que la cantidad y el valor nominal de los distintos billetes coincidían exactamente con los billetes entregados por el ciudadano. Esta persona les manifestó que esa noche hizo un ingreso proveniente de la caja de un negocio y que pensó que todo había ido bien pero, al llegar a casa, comprobó en su teléfono como no aparecía la cantidad ingresada en su cuenta bancaria, pensando que sería un error del propio banco.
Se le citó en dependencias policiales para hacerle entrega de los 1.000 euros, manifestando éste su sorpresa por la honradez de la persona que vio el dinero en el cajero y agradeciendo a los funcionarios públicos las pesquisas para encontrarle.