Los misterios del Vilaboa Uno: cómo pudo hundirse y por qué la familia de Francisco no ha visto el cuerpo

Desde primera hora de la mañana de este martes, se ha reanudado la búsqueda de Walter, el único marinero en paradero desconocido tras el naufragio del pesquero Vilaboa Uno en Cantabria. El barco no llevaba carga en ese momento, tampoco las condiciones eran malas, pero una vía de agua lo hundió rápidamente en la madrugada del lunes. Muchos se preguntan qué pudo provocar esta tragedia que ha dejado dos muertos -un hombre de Santander y otro de Ghana- y un desaparecido -de origen peruano-.

Esa supuesta vía de agua es de momento la única hipótesis que se conoce, ya que tras la declaración de los supervivientes ante la Guardia Civil no ha trascendido nada y son los que pueden arrojar algo más de luz a este extraño naufragio. La Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos del Ministerio de Transportes iniciará este miércoles los trabajos de investigación para esclarecer "qué es lo que ha fallado" en la embarcación. Un robot de la Guardia Civil se sumará a la búsqueda del pescador desaparecido, algo que se estaba valorando este martes. Esta jornada ha sido protagonizada por los buzos, que se han desplegado por la zona.

La Guardia Civil dispondrá de un robot a 120 metros de profundidad

La Guardia Civil dispondrá así de un robot que podrá, a la profundidad en que previsiblemente se encuentra el barco, es decir, entre 120 y 130 metros, obtener imágenes que nos permitan de manera más concreta "saber cuál es la situación". "A partir de ahí, lógicamente, tendrá que ser Salvamento Marítimo quien nos indique los siguientes pasos a dar", ha apuntado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que espera y desea, sobre todo por la familia, que el cuerpo sea encontrado "lo antes posible".

Investigación judicial tras producirse dos muertes confirmadas y probablemente una tercera

El Instituto Armado continúa su tarea como policía judicial al haber una investigación judicial en marcha tras producirse dos muertes ya confirmadas y probablemente una tercera, la del tripulante que aún no ha podido ser encontrado. Y todo, cuando a mediodía se ha celebrado en Santander un minuto de silencio por las víctimas de este hundimiento. Las familias han mostrado su descontento por la falta de información.

La familia de Francisco San Pedro Faleato, con "impotencia" por la falta de información

Minuto de silencio roto por la indignación de los familiares de uno de los marineros fallecidos: "¡A nosotros, la familia de Francisco San Pedro Faleato, nadie nos ha llamado! ¡Impotencia! ¡Se llama impotencia!", ha señalado la hermana del tripulante santanderino, que perdió a la vida a los 57 años junto a su compañero de Ghana. Un día después del naufragio, la familia de Francisco asegura que no han podido identificar el cuerpo: "¡No le hemos visto! A ver, ¿dónde tenemos que ir para ver a mi hermano?", ha agregado la mujer.

La hija de Walter, desaparecido en el pesquero, rota de dolor: "Estamos desesperados"

En el puerto, los gritos de protesta se mezclan con las lágrimas de la hija de Walter, el mecánico del pesquero que sigue desaparecido. "Estamos desesperados, necesitamos un cuerpo por lo menos para poder llorarle y enterrarle", ha explicado, rota de dolor. Su familia pide que se insista en la búsqueda. Una súplica frente al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla: "Se lo pido con el corazón en la mano. Busque a mi padre, por favor se lo pido", señalaba el otro hijo del desaparecido.

Los familares de las víctimas reclaman que se esclarezca el motivo del hundimiento

No descartan que el cuerpo del mecánico esté atrapado en la embarcación a 120 metros de profundidad. "Con buzos es complicado, pero con robots sí se puede inspeccionar", ha apuntado el presidente de la comunidad autónoma. Y reclaman que se esclarezca el motivo del hundimiento. Nadie entiende cómo entró el agua y el barco sin carga acabó tan rápido bajo el mar. "No se conoce ningún caso así y menos en barcos de acero", ha setenciado Emilio Coronas, patrón mayor de la Cofradía de Santander, sobre la embarcación, que era moderna, de apenas 23 años. Todos ponen en valor el trabajo de los más de 32.000 pescadores que hay en activo en el país.