La cantante colombiana Shakira, de 46 años, se ha despedido este lunes de Barcelona, ciudad en la que ha vivido más de una década, con un emotivo mensaje en redes sociales, en el que ha dado las gracias a todos "los que surfearon conmigo tantas olas allí".
"Me establecí en Barcelona para darle una estabilidad a mis hijos, la misma que ahora buscamos en otro rincón del mundo al lado de familia, amigos y el mar", ha confesado en su cuenta de Twitter la artista, que a partir de hoy deja atrás la Ciudad Condal e inicia "un nuevo capítulo en busca de la felicidad" en Miami (EEUU).
Shakira ha dicho adiós a la ciudad en la que nacieron sus dos hijos con un mensaje lleno de agradecimiento para las personas que conoció en esta etapa de su vida, en la que, según ha dicho, "aprendí que sin duda la amistad es más larga que el amor".
"Gracias a los que me animaron, secaron mis lágrimas, me inspiraron y me hicieron crecer", ha añadido la intérprete, que decidió abandonar Barcelona tras la ruptura con el padre de sus hijos, el futbolista catalán Gerard Piqué.
"Gracias a mi público español que me ha arropado siempre con cariño y lealtad. Para ustedes solo un hasta luego y, como decía tantas veces mi padre, ¡nos vemos en la curvas!", ha concluido la cantante de Barranquilla. Fuentes del entorno de la artista colombiana han confirmado que en el brusco adiós a Barcelona ha influido también una carta que el padre de Gerard Piqué, Joan Piqué, le envió a Shakira recientemente, en la que se la instaba a abandonar la casa que compartió con el futbolista en Esplugues de Llobregat antes del 30 de abril.
El exsuegro de Shakira es el administrador de la sociedad Inversiones BCN Two & Two SL, que es la actual propietaria de la vivienda desde el pasado año, cuando se confirmó la ruptura de la famosa pareja. De no haber abandonado la vivienda antes de la fecha establecida como tope, la cantante habría debido hacer frente a una indemnización, según han explicado las mismas fuentes.