La niñera que denunció a su jefe por violarla en Calpe estaba "descalza, llorando y en estado de shock"
La joven que sufrió las violaciones de su jefe en Calpe en 2019 estaba "descalza, llorando y en estado de shock" cuando llegaron los agentes
La víctima logró huir de las violaciones de su jefe y pidió ayuda a varios testigos que le negaron cualquier tipo de auxilio
Tres menores violan a una adolescente de 16 años en las inmediaciones de un parque de Petrer, Alicante
La Audiencia de Alicante ha vuelto a celebrar el juicio contra el empresario kuwaití acusado de haber violado en tres ocasiones a la canguro de sus hijos en el verano de 2019. Unas brutales agresiones sexuales que ocurrieron hace casi cuatro años y de las que la víctima consiguió zafarse huyendo del domicilio en la que vivía con su supuesto agresor.
En su desesperada huida, la víctima se encontró con varios testigos que le negaron la ayuda hasta que dio con dos menores de edad a los que les contó su pesadilla vivida. Gracias a estos dos menores de edad, la mujer de 30 años logró denunciar los hechos a la Guardia Civil y a la Policía Local de Calpe.
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Completamente en estado de shock
Ahora, los agentes han asegurado que encontraron a la víctima "descalza en mitad de la calle, temblando, sin parar de llorar y en estado de shock", según ha recogido el medio de comunicación 'Información'.
La joven no podía hablar ni expresarse hasta que vio a una agente a la que se abrazó de forma desesperada. Tras tranquilizarse y recobrar el aliento, la víctima pudo contar con el poco inglés, español y francés que hablaba todo lo que había sucedido.
La brutal agresión sexual contra la víctima
Los hechos ocurrieron el 12 de septiembre de 2019 en el domicilio del acusado, donde la víctima trabajaba cuidando a sus hijos, en tres ocasiones en las que la violó anal, vaginal y bucalmente, bajo la amenaza de que la mataría si se resistía y con agresiones físicas, que incluyeron arrastrarla por el suelo, pese a la oposición de la víctima que le pedía que no lo hiciera porque era virgen y porque al ser musulmana le arruinaría la vida.
La mujer logró zafarse del condenado en la última ocasión y huir para pedir ayuda, en un momento en que los hijos del acusado se interpusieron para evitar los golpes.
Varios testigos negaron la ayuda a la víctima
La mujer saltó a casa del vecino, que no quiso ayudarla porque el acusado era amigo suyo, y en cambio llamó a un tío de este último, que le pidió que no llamara a la Policía que resolverían el problema entre ellos. Tampoco le prestó ayuda un vigilante de la urbanización donde residían y sí dos menores que iban en bicicleta y que llamaron a su padre, que le prestó auxilió.
Ahora, los magistrados consideran que el testimonio de la mujer no ha presentado fisuras o contradicciones que hagan dudar de su credibilidad. Por ello, recogen que su declaración ha sido no sólo contundente sino que a lo largo de las diversas veces que ha prestado declaración, su relato ha sido casi idéntico.
Además, subrayan en este caso el desnivel de posición notorio entre el acusado, empleador, y la mujer, que no solo dependía económicamente de él sino también a nivel personal, dado que vivía en su casa, no hablaba español, y sus relaciones con el exterior eran mínimas ya que no tenía ni familiares ni amigos.
El juicio, visto para sentencia
Hay que destacar que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante condenó en 2021 a 36 años de cárcel al acusado de haber violado a la víctima que se hacía cargo del cuidado de sus hijos. En concreto, se le consideraba autor de tres delitos de agresión sexual --por los que le imponían 12 años de prisión por cada uno-- y de otro de lesiones por el que también había sido condenado a pagar una multa de 900 euros. Asimismo, tendría que indemnizar a la víctima con 30.280 euros por las lesiones y los daños morales causados.
Sin embargo, el Tribunal Supremo anuló dicha sentencia ya que se consideró que se habían inadmitido pruebas de la defensa. Por eso mismo, el tribunal de la Audiencia de Alicante ha repetido el juicio contra este hombre por las supuestas brutales agresiones sexuales contra la canguro de sus propios hijos.
Ahora, el acusado se enfrenta a una pena de 40 años de cárcel, 10 años de libertad vigilada y 25 años de alejamiento contra la víctima. El juicio ha quedado visto para sentencia y en los próximos días se conocerá cuál será la pena impuesta contra el empresario kuwaití.