La gestación subrogada altruista suma cada vez más adeptos. En este proceso la gestante no recibe ninguna compensación económica por gestar en su vientre el bebé de una persona o pareja. En Estados Unidos- país, junto a Ucrania, donde se realizan el 80% de las gestaciones subrogadas de familias españolas- una gestante recibe entre 35.000 y 45.000 dólares, de un tratamiento que de principio a fin les cuesta a los padres entre 110.000 y 185.000 euros. En Ucrania, antes de que estallase la guerra, las gestantes recibían entre 15.000 y 20.000 euros; y en Georgia, unos 12.000 euros.

Si bien los partidos en el Gobierno, PSOE y Podemos, se oponen frontalmente a la gestación subrogada, el PP se ha abierto esta semana - tras la noticia de la nueva maternidad de la actriz Ana Obregón a través de esta técnica-, a estudiarla en profundidad siempre que no haya contraprestación económica de por medio para la gestante. "Mercantilizarlo sería execrable. No puede haber ningún pago directo o indirecto, pero nosotros estamos dispuestos a hablar de ello", aseguran fuentes de la dirección nacional del partido.

¿Cuánto debería entonces ser la compensación económica real de una mujer gestante en un proceso altruista teniendo en cuanta los gastos médicos, psicológicos y judiciales que conllevan este proceso?

El partido de Ciudadanos siempre ha apoyado la gestación subrogada de forma altruista. De hecho, está incluida en su programa electoral. Este jueves, el partido naranja volvió a registrar en el Congreso de los Diputados su proposición de ley para regular una gestación por sustitución “garantista, altruista” y con “ciertas limitaciones” en España, una iniciativa que ya presentó en 2017 y 2019.

En el artículo 5 de esta proposición de ley se especifica que la gestación por sustitución no podrá tener carácter lucrativo o comercial, sin perjuicio de la compensación resarcitoria que podrá percibir la mujer gestante. Esta compensación, que debe correr a cargo de los padres, solo podrá estar destinado a “cubrir los gastos estrictamente derivados de las molestias físicas, los de desplazamiento y laborales, y el lucro cesante inherentes a la gestación, así como a proporcionar a la mujer gestante las condiciones idóneas durante los estudios y tratamiento pregestacional, la gestación y el posparto”.

Además, según esta proposición de Ciudadanos, la mujer gestante será beneficiaria de un seguro, que deberán tomar a su cargo el progenitor o los progenitores subrogantes, que cubra las contingencias que puedan derivarse como consecuencia de la aplicación de la técnica de reproducción asistida y posterior gestación, y en especial, en caso de fallecimiento, invalidez o secuelas físicas.

El hecho de ofrecer una remuneración a la gestante es uno de los aspectos más polémicos de la gestación subrogada. Los detractores de la modalidad comercial de este proceso denuncian que el hecho de que una gestante reciba un pago por su actuación “convierte al bebé en una cosa que se puede comprar y vender”. Los partidarios defienden, en cambio, que "no hay nada malo" en que una mujer reciba una compensación económina por gestar el bebé de otra persona o pareja cuando lo hace libremente y el proceso está regulado.

En la gestación subrogada altruista la gestante únicamente recibe el reembolso de sus gastos. Y son los padres los que cubren todos los gastos relacionados con el tratamiento de fertilidad y el embarazo. “Es importante que la compensación no suponga para la gestante un gran cambio en su situación socioeconómica. El objetivo es evitar que el dinero represente la única motivación de una mujer para convertirse en gestante subrogada”, señalan desde Babygest, medio informativo para ayudar a aquellas personas que desean tener familia y necesitan ayuda para poder lograrlo.

En Estados Unidos es requisito imprescindible que la gestante tenga un nivel de vida mínimo para que este proceso no supone un medio para ganarse la vida sino una ayuda y una recompensa por el esfuerzo realizado. No ocurre lo mismo en India o Tailandia, donde las gestantes reciben una compensación económica muy por encima de sus ingresos habituales, lo que podría conllevar a situaciones de explotación de la mujer por parte de su familia o de mafias organizadas.

Canadá es el país modelo para muchos de los defensores de la gestación subrogada altruista. De hecho, el proyecto de Ciudadanos se basa en lo que allí se hace. En ese país la ley prohíbe pagar a una gestante, pero permite el reembolso de gastos relacionados con desplazamientos para visitas médicas, medicación indicada por el especialista, alimentación adaptada (suplementos nutricionales, dieta especial...), ropa premamá, faltas o ausencias laborales o ayuda a domicilio.

Reino Unido permite la gestación subrogada solo para sus residentes, pero siempre que sea altruista, aunque no existe un límite legal de gastos, y está prohibido que haya intermediarios que se beneficien. La Comisión Jurídica de Inglaterra y Gales, encargada de revisar la legislación británica y proponer reformas y actualizaciones, ha publicado esta semana un borrador para establecer bases más seguras sobre las que debe asentarse la gestación subrogada. La propuesta permite que se pague a la gestante todo lo que tenga que ver con su bienestar y cuidado médico, así como el del bebé, gastos de apoyo a la gestación y desplazamientos o para compensar pérdidas. En cambio, prohíbe lo que se denomina gastos compensatorios.

Aquí en España el nuevo código deontológico de Colegios Oficiales de Médicos también acepta la gestación subrogada altruista, aunque no cuando hay contraprestación económica. "La gestación por sustitución altruista no es contraria a la Deontología Médica siempre que se preserve la dignidad de la mujer y el interés superior del menor, con la regulación oportuna y el control de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida”.