Los Mossos d’Esquadra investigan hasta cuatro presuntas agresiones sexuales en los baños del centro comercial Màgic de Badalona. El caso de una niña de 11 años, que se atrevió a denunciar que fue víctima después de que un grupo de jóvenes la asaltase y forzase ‘a punta de cuchillo’, ha precedido a la aparición de nuevas víctimas. Una menor de 16 años también denunció haber sido agredida sexualmente en el mismo lugar, y bajo el mismo patrón.
Si en el caso de la niña de 11 años los hechos presuntamente se produjeron cuando un total de seis menores la asaltaron mientras miraba en un escaparate de ropa, obligándola a ir al baño para agredirla sexualmente mientras lo grababan todo en un vídeo que llegó a difundirse en su centro educativo, en el de la menor de 16 años, –que ahora tiene 17–, el modus operandi coincide.
En su caso, fue “un grupo de diez chavales” los que la asaltaron. “Tres de ellos la forzaron a punta de navaja a dirigirse a los lavabos”. Allí “la agredieron sexualmente”, obligándola a realizarles felaciones.
“Parte de ellos se quedó fuera. Dentro había tres. La agredieron dos y escapó como pudo”, contaba Teresa Prados, la propia madre de la víctima, durante una rueda de prensa convocada ayer para “dar voz” a todas las que se encuentran en una situación similar a la de su hija, para reclamar ayuda y para denunciar que a la menor la han “hundido” y la han dejado “abandonada”.
“No es solo que los lavabos del Màgic se hayan convertido en la cueva de impunidad donde los agresores sexuales pueden hacer sus atrocidades sin que no pase nada. Sabemos que es nuestra realidad, nuestro día a día. Pasa en nuestras calles, nuestros centros de estudio, de trabajo, en nuestras familias. No es una anécdota o un caso aislado”, lamentaba ante todos los presentes en el lugar, expresando su más profunda indignación.
Tras los hechos, la menor de 16 años ha tenido que dejar las clases y se encuentra en tratamiento: “Ha paralizado su vida. Está con tranquilizantes, ha dejado sus clases porque no es capaz de ir al instituto. La han hundido”, denunciaba.
Las agresiones sexuales denunciadas por la niña de 11 años y esta menor de 16 fueron cometidas en distinto tiempo, en el mismo lugar y con el mismo modus operandi: un grupo de jóvenes asaltando a una menor en superioridad numérica, amenazándola con un arma blanca y obligándola a entrar en los lavabos del centro comercial Màgic de Badalona para presuntamente agredirlas sexualmente. Es el patrón que comparten ambas denuncias, que no solo se refieren paralelamente a ese mismo modus operandi, sino que además ya tiene al menos un “nexo común”: uno de los presuntos agresores, identificado por la menor de 16, habría estado presente en ambas agresiones sexuales.
“Mi hija ha reconocido a uno de ellos, que además es un nexo común con la otra agresión, pero la están atosigando a que sí o sí tiene que señalar a alguien, aunque no haya sido culpable. Nos han mandado callar. Nos han dicho que nos callemos la boca, que les dejemos hacer, cuando este viernes mi hija salió llorando, temblando, porque incluso llegaron a insinuar que se lo estaba inventando todo. Todo porque no señalaba y le decían que no estaba colaborando y que iba a echar su trabajo por el suelo. Como mi hija les dijo: ‘Yo no puedo señalar a alguien que no ha sido. Ponedme las fotos de los que han sido, si vosotros decís que los conocéis, que los tenéis identificados. Por qué me estáis obligando a esto’”, señalaba la madre de la víctima en la rueda de prensa de ayer, cargando contra el trato recibido por los Mossos d’Esquadra.
En sus declaraciones, además, señalaba al alcalde de Badalona, Rubén Guijarro, por no aportar más que palabras, pero no ayudas concretas, y focalizaba también sus críticas en los miembros de seguridad del centro comercial. Allí, el día de los hechos, de la misma manera que sucediese con la niña de 11 años, la menor de 16 pidió ayuda a un vigilante contándole que la habían agredido sexualmente. “Pidió ayuda, pero la ignoraron completamente”.