La muerte de una leyenda como Ángel Nieto el 26 de julio de 2017 en una carretera de Ibiza conmocionó a todo un país que vibró con sus 13 campeonatos del mundo. Más aún cuando se supo que su muerte se había producido en la carretera, y conduciendo un quad, cuando el era un maestro en la conducción.
En principio el caso se cerró, pero el juzgado que investiga los hechos ha retomado el caso después de que la Audiencia de Palma ordenara reabrirlo en 2018. Según Prensa Ibérica, el titular del juzgado de instrucción 2 de Ibiza ha tomado declaración esta semana a tres testigos del suceso.
Durante las primeras horas, los facultativos lucharon para mantener bajo control los valores de la presión intracraneal de Nieto. Un TAC y la implantación de un sensor daban esperanzas de una evolución positiva debido a que las lesiones hemorrágicas intracraneales se hallaban estabilizadas. Tras pasar un fin de semana estable, los doctores comenzaron a reducir la medicación que le mantenía en coma inducido, algo que se veía reforzado por la evolución del resto de parámetros hemodinámicos y respiratorios. Pero todo se complicó por lo que fue operado de urgencia con el objetivo de retirarle un hueso del cráneo. Su estado después de eso pasó a ser crítico hasta que falleció a los 70 años.
Tres vecinos de la isla de Ibiza fueron testigos del accidente y atendieron al trece veces campeón del mundo de motociclismo en los minutos inmediatamente posteriores al impacto y presenciaron el momento en que la otra implicada en el accidente, una mujer alemana residente en Ibiza, chocó su Fiat 600 contra la parte trasera del quad que conducía Ángel Nieto.
Según ha desvelado El Periódico, los tres coinciden en que Nieto "llevaba el casco desabrochado" en el momento de la colisión. Un de las testigos ha relatado que vio cómo un quad y un Fiat circulaban muy juntos y que, de repente, el Fiat golpeó por detrás al quad y el conductor salió despedido. La mujer relató que el Fiat circulaba más deprisa que el quad y, en el momento de la colisión, lo arrastró y el golpe fue muy fuerte. El quad colisionó con la pared de la esquina, el casco del conductor saltó para un lado y el cuerpo del fallecido para otro. El casco salió volando".
Su testimonio es relevante porque la testigo señala que pudo ver que "las correas del casco (de Ángel Nieto) estaban sueltas, estaban desabrochadas". También le pareció excesiva la velocidad del Fiat.
El segundo testigo, un hombre de 67 años también señala que a Nieto "se le cayó el casco cuando salió despedido del quad", pero contradice a la primera testigo en relación a la velocidad con la que la conductora alemana embistió al piloto.
El dependiente de una tienda cercana al lugar del siniestro, de 34 años, ha aportado más datos al juez del caso y señala que vio a Nieto sin casco y no cree que nadie se lo quitara pues él fue uno de los primeros en llegar al lugar del siniestro.
El juzgado ya investigó la muerte de Nieto y tomó declaración a estos tres testigos en 2017. Luego, terminó archivando el caso tras concluir que el piloto llevaba el casco desabrochado en el momento del accidente y que la conductora que chocó contra él "no cometió ninguna infracción penal".
La investigación señaló que el indicador de dirección trasero derecho del quad se encontraba desprendido de su posición natural, funcionando correctamente, pero dificultando su visibilidad”, un fallo importante, según los investigadores, porque Nieto se disponía "a girar a la derecha para acceder a un parking" cuando fue alcanzado por la conductora.
El juez archivó el caso al concluir que no existían indicios de una falta de atención absoluta a la conducción por parte de la implicada" y destacando la omisión del piloto de abrocharse el casco. El magistrado oyó los argumentos de la defensa de la conductora, representada por el abogado mallorquín Jaime Campaner, al aceptar que "cualquier imprudencia no puede automáticamente, por el hecho de haber producido lesiones o muerte, determinar una condena penal".
Tras el sobreseimiento del caso, la familia del piloto recurrió esa decisión, argumentando que el juez lo había cerrado sin tan siquiera tomar declaración a la otra conductora. En 2018, la Audiencia de Palma le dio la razón y ordenó al magistrado de Ibiza que retomara la investigación.
En 2021, éste tomó declaración a la mujer en calidad de investigada por un posible delito de homicidio imprudente. Con las declaraciones de esta semana, el juez ya ha practicado todas las diligencias previstas. Ahora debe decidir si vuelve a archivarlo o hay pruebas suficientes para sentar a la mujer en el banquillo y responsabilizarla de la muerte del trece veces campeón del mundo del motociclismo.