A pesar de ser una sesión más técnica que la de la víspera, donde habló el padre de la víctima, este jueves también ha sido una jornada durísima para la familia del pequeño Álex. Han tenido que escuchar cómo los peritos y los forenses describían al acusado por el crimen de Lardero, Francisco Javier Ameida. Las conclusiones son rotundas: no tiene ningún tipo de enfermedad mental y el informe que se le hizo después del crimen revela que no iba bebido.
La psiquiatra ha afirmado que el acusado no sufre enfermedad mental alguna, que entiende y comprende, y que por tanto actúa para satisfacer sus deseos. Además, respecto a esa excusa que puso el presunto asesino de Álex, de que no recordaba ciertos momentos debido al excesivo consumo de alcohol, el informe psiquiátrico dice que no es una persona dependiente de esa sustancia y que no tiene signos de abstinencia.
En esta cuarta sesión en Logroño (La Rioja), la mayoría de las declaraciones han sido por videoconferencia. Sin embargo, ha habido muchos problemas de conexión, por lo que se ha tenido que suspender y posponer para otro día, lo que puede suponer que se alargue un juicio muy duro para los famiiares del pequeño. En la sala se ha dejado claro que "en el momento de los hechos, estos hechos tan terribles, el señor Almeida sabía lo que hacía y quería hacerlo".
La encargada de descartar algún tipo de enfermedad mental en el acusado ha sido Teresa Barbero, del Instituto Médico Forense de Ávila, que ha apuntado por videoconferencia ante los magistrados: "Conoce, entiende y comprende lo que hace y actúa conforme a ese conocimiento de forma libre y voluntaria. No hay un trastorno por consumo de alcohol y se mueve por sus necesidades, por sus deseos y por su convicción".