Ya no hay vuelta atrás: las predicciones climáticas apuntan que "el límite de 1,5 grados se superará en cinco años”

  • La pregunta ya no es si alcanzaremos esa subida de la temperatura global, sino cuándo, y los plazos cada vez se acortan más

  • Las estimaciones se mueven entre mediados-finales de esta década (2023-2027) y comienzos de la que viene (2032-2033)

  • Se ha incrementado el ritmo de emisiones, sobre todo desde 2010: "La incorporación de nuevo CO2 de origen humano a la atmósfera sigue creciendo"

Hace unos meses nos preguntábamos si seguía siendo viable limitar a 1,5 grados el aumento de la temperatura global. La conclusión de los científicos consultados fue que no, que no es realista, y que de hecho hay que trabajar ya para no superar el umbral de los 2 grados. Hoy, vamos un poco más allá. Porque algunos alertan: “Tenemos todas las papeletas para que el 1,5 se supere en breve, de aquí a cinco años como mucho”.

Lo advierte Francisco Martín, meteorólogo de Meteored. Pero no es el único. El climatólogo de la Universidad de Alicante Jorge Olcina explica también a NIUS que, “al ritmo de emisiones de CO2 que llevamos en el planeta, el límite de 1,5 grados que señalaba la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como deseable, es decir, que no deberíamos superar de aquí al año 2100, las últimas proyecciones ya lo marcan para la próxima década, para el año 2032 o 2033”.  

Martín habla de finales de esta década, Olcina de comienzos de la que viene. Año arriba, año abajo, ambos coinciden en que ese aumento de la temperatura global de 1,5 grados ya está aquí. La pregunta ya no es si sucederá, sino cuándo. Y los plazos cada vez se acortan más.

1,5 grados para 2030, 2 grados en 2050

El Acuerdo de París planteaba un escenario de aumento de la temperatura global con ciertos objetivos a cumplir de aquí a 2100: no llegar a los 2 grados de subida y trabajar para no superar el 1,5. Ahora estamos hablando de que ese aumento de 1,5 grados se va a alcanzar en torno a 2030. Es decir, ya. “Esos objetivos no se va a cumplir. Las predicciones que hay sobre la mesa son graves”, advierte Martín.

A Olcina y Martín se unen muchas otras voces, que alertan de lo mismo desde hace meses, incluso años. La propia OMM advertía, en mayo de 2022, de que había un 50% de probabilidades de que en los cinco próximos años se llegue a un calentamiento de 1,5 grados.

Y las estimaciones de la agencia europea Copernicus insisten en lo mismo: “1,5 grados de subida lo vamos a alcanzar en 2033, al ritmo que vamos. Los 2 grados se alcanzarán en la década de los 50, y vamos a un escenario de 3 grados como mínimo” para finales de siglo. Este es el escenario que manejan científicos como Fernando Valladares, ecólogo del CSIC y una de las voces más veteranas si hablamos de cambio climático.

Con los planes de reducción de emisiones que hay sobre la mesa, advertía Valladares en NIUS, “muchos científicos del IPCC y yo mismo pensamos que estaremos por encima de los 2 grados, posiblemente en los 3 grados" para finales de siglo. Quedan 70 años para eso, pero 2030 está a la vuelta de la esquina. Y las últimas predicciones, los datos más actualizados, apuntan a un preocupante punto de inflexión.  

Predicciones de los modelos a corto plazo

Martín cita las del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona. Son “predicciones climáticas decenales” que “describen las variaciones en el desarrollo del clima para los próximos años y hasta una década”. Es decir, nos hablan del escenario previsto a corto plazo, para el “futuro próximo”.

Teniendo en cuenta que siempre hablamos de probabilidades, lo que dicen es que en los próximos cinco años (2023-2027) “se prevé que la temperatura media global en superficie sea entre 1,44 y 1,55 grados más alta que la de los niveles preindustriales”.

“Se miden anomalías térmicas con respecto a la era preindustrial (1850-1900)”, explica Martín. “El objetivo es que la temperatura de la Tierra no supere en más de 1,5 grados esa temperatura de referencia. Pero en el periodo 2023-2027 es probable que se alcance ese umbral de 1,5 grados de anomalía”.

Y los datos del BSC van en la línea de los que proporcionan otros centros. Las predicciones de la Met Office británica apuntan resultados similares con sus propios modelos. El pasado noviembre, Jason Lowe, jefe de Servicios Climáticos en la oficina meteorológica advertía: “Las actualizaciones de los NDC (planes de reducción de emisiones de los países) no nos llevan a limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C. Si el mundo no promete mayores reducciones de emisiones para 2030, es probable que supere los 1,5°C”.

Olcina también advierte de lo mismo, aunque con un margen de tiempo algo mayor. “Se prevé que entre 2032-2033 ya alcancemos el límite de 1,5. Y los 2 grados los alcanzaremos ya en la década de los 50. Es un problema importante”, advierte el climatólogo. Y explica las causas.

Cada vez más CO2 en la atmósfera: batimos récords

Lo fundamental, dice, es que “se ha incrementado el ritmo de emisiones desde el año 2000, y de manera singular desde 2010. Los protocolos no se están cumpliendo. No se están reduciendo las emisiones, salvo en zonas como Europa, que sí está trabajando bien este tema. Pero el problema es global y la incorporación de nuevo CO2 de origen humano a la atmósfera sigue creciendo”.

Olcina subraya que en febrero de este año, por ejemplo, “se ha batido un nuevo récord” en concentración de CO2 en la atmósfera. Ya hemos superado las 420 ppm (se puede consultar en esta web, con datos actualizados a diario), “cuando iniciamos las mediciones en 1957 con 317 ppm”, recuerda. “Cada año batimos los registros del año anterior”.

Si miramos a este mes de marzo, vemos que el pasado día 15 por ejemplo, ha alcanzado un máximo con respecto a hace un año: 420,24 ppm, frente a los 418,08 en la misma fecha el año pasado. Martín insiste en lo mismo. “El problema se agrava porque los gases de efecto invernadero siguen aumentando”.

¿Por qué? Porque “seguimos dependiendo en un 70% a nivel mundial de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) para cubrir nuestra demanda energética”. No sólo no se reducen, sino que “cada año se consumen más. Y este es el gran problema de fondo”, advierte Olcina.

Todo esto hace que la atmósfera se siga calentando, y cada vez más rápido. Y eso, a su vez, es lo que hace que el clima sea cada vez más extremo. “Los movimientos de la atmósfera cada vez son más radicales y violentos, por eso tenemos más eventos extremos. Porque las masas de aire se mueven con mucha más energía”, explica Olcina. “Intentan encontrar un equilibrio térmico que nunca alcanzan, porque continuamente estamos calentando la capa atmosférica”. Y las perspectivas a futuro no indican que esto vaya a cambiar.

Y además, El Niño

A corto plazo, además, hay que añadir otro elemento que contribuirá a un aumento de las temperaturas este mismo año y los venideros. “Se prevé un evento de El Niño, que siempre aporta su grano de arena”, advierte Martín. “Tenemos todas las papeletas para que 2023 sea uno de los cinco años más cálidos a nivel global”.

Todavía no es seguro que se produzca (porque volvemos a hablar de probabilidades) pero meteorólogos y climatólogos lo dan por hecho. “Hay un 60% de probabilidades de que El Niño se pueda generar a principios de este verano”, explica Martín. “Las predicciones apuntan a un Niño débil o moderado”, pero hay que esperar para saberlo. En cualquier caso, dice, “lo que implica es que es una fuente de calor más". ¿Cuánto puede aportar a ese aumento de las temperaturas? "Suele aportar unas décimas de grado, pero aún no podemos saber cuánto”.

Con todos estos factores sobre la mesa, el panorama climático es cada vez más sombrío. Pero Martín lo tiene claro. “Es el panorama que nos merecemos”.