Son médicos, acaban de aprobar el MIR, y qué paradoja que la primera vida que salvan en su carrera de medicina haya sido en el hotel donde trabajan como camareras para sacar un dinero extra en Fallas. Son María y Sofía, que atendieron a uno de los clientes que sufrió un infarto. El hombre cayó fulminado en el hall cuando las dos heroínas sanitarias entraron en acción. Ellas ese día se habían quedado más. Ambas lograron mantener el hombre con vida tras sufrir un infarto con sus labores de reanimación hasta la llegada de los servicios sanitarios.
María estaba de turno en el restaurante cuando escuchó revuelo a la entrada de los ascensores. "Vi a alguien tumbado con gente alrededor y pensé que se había desmayado", confiesa recordando la escena. "Tenía la cara azul", reconoce María.
Sofía, camarera en el mismo hotel, también acudió a la alerta, "vimos que no tenía pulso, no respiraba y estaba inconsciente". Ambas, camareras de refuerzo en Fallas, y a la espera de plaza para hacer la especialidad médica, actuaron con profesionalidad. "Fue muy gratificante, claro", dice María a la que le "gustó saber que estábamos preparadas". Sofía reconoce que fue todo un shock, pero luego vivieron la satisfacción del agradecimiento de la familia de la primera persona a la que han logrado salvar la vida. Rosa Semper, gerente Hotel Meliá Plaza Valencia se muestra orgullosa de todos los empleados que supieron
Compañeros del hotel avisaron a Emergencias, la policía ayudó mientras llegaban. Hubo que usar el desfibrilador. Tras el susto se pasó a la emoción del agradecimiento de la familia de su paciente. Nunca pensaron que su primer acto médico sería en un hotel y para salvar una vida.