Salvan a un zorro que intentaba desesperadamente salir de una balsa de riego en El Campello, Alicante
Agentes de la Policía Local, junto a efectivos de los bomberos en El Campello, Alicante, han logrado rescatar a un zorro atrapado
El animal había caído en una balsa de riego vacía y, pese a sus reiterados intentos, no conseguía escapar de allí
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Agentes de la Policía Local en El Campello, Alicante, han conseguido socorrer a un zorro que se encontraba atrapado y sin poder salir en el interior de una balsa de riego vacía; espacio convertido en ocasiones en una trampa para los animales. Pese a sus intentos desesperados por escapar, no fue hasta que los efectivos policiales se personaron en el lugar cuando el mamífero pudo marcharse.
Fue una vecina la que alertó a las autoridades tras percatarse de la situación, provocando tanto la movilización de los agentes de la Policía Local como de los efectivos de bomberos.
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En esos momentos, como refleja un vídeo captado in situ en el instante en que el animal permanecía atrapado en la balsa de riego, el zorro intentó en reiteradas ocasiones subir por la empinada pendiente de la estructura, pero apenas superaba la mitad de la rampa con las mismas caía en sentido opuesto volviendo otra vez al fondo de la balsa.
Una y otra vez, de un lado a otro, el animal continuó intentándolo hasta pararse, posiblemente exhausto, dándose cuenta de que estaba atrapado.
El zorro consiguió escapar de la balsa de riego con ayuda de una escalera
Afortunadamente, según recoge El Diario de Alicante, la llamada de esa vecina provocó que las autoridades acudieran al lugar y, con la colaboración de los bomberos, lograron intervenir de forma certera para propiciar su escapada.
Fue a través de una larga escalera que deslizaron a través de la pendiente de la balsa, facilitando así que el astuto animal, poco a poco y con precisión, subiese a través de ella hasta llegar a la parte superior. Allí, mientras todos observaban desde lejos sin perturbarle, le esperaba todavía un último obstáculo: una valla que sorteó con agilidad ante la incredulidad de los testigos, que especulaban con que el animal conocía el terreno y sabía que había un hueco en alguna parte. No lo hizo así: de un brinco, el zorro saltó la valla metálica y se marcho por fin en libertad.