En general, 6 de cada 10 españoles están deprimidos o tristes y más del 40% ha sufrido una depresión a lo largo de su vida. Una de las conclusiones más impactante del informe es la cifra del 26% de los pacientes que han sido diagnosticados más de la mitad ha sentido rechazo social.
Sólo 3 de cada diez españoles considera que su salud mental es buena, entonces, cuáles son las causas del empeoramiento de la mayoría en los últimos años. En primer lugar, las dificultades económicas, seguidas de la incertidumbre ante el futuro y el estrés del día a día, detonantes que afectan especialmente a las mujeres, más del 60% ha sufrido problemas de salud mental.
"Indudablemente, hay un dato objetivo que indica que la situación se está deteriorando y que, por desgracia, se va haciendo cada vez más preocupante. En 2021 hubo 4.003 suicidios en España, mientras que en 2011 hubo 3.180, lo que supone casi 900 más al año. Tenemos una tasa de 8,4 suicidios por 100.000 habitantes, que todavía está siete décimas por debajo de la media mundial (9,1), pero en 2011 era del 6,8", ha explicado en rueda de prensa el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin.
Así, transcurrido más de un año desde el final de la pandemia, casi 6 de cada 10 españoles (57%) se sienten preocupados, temerosos, deprimidos o tristes. "Por lo tanto valoramos que vivimos en una sociedad pesimista", ha detallado Cooklin.
Sin embargo, y tal como ha detallado el presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel González Zapico, pese a todos los problemas que sufren, un 11 por ciento de la población encuestada no ha compartido con nadie sus problemas de salud mental y un 87,1 por ciento no ha compartido su problema de salud mental con sus compañeros de trabajo.
En cuanto a los colectivos más vulnerables, un 61,3 por ciento de las personas que ha sufrido problemas de salud mental son mujeres, frente al 38,3 por ciento de hombres.
Además de las mujeres, los jóvenes pertenecientes al grupo de edad de entre 18 a 34 años son los que valoran más negativamente su salud mental: sólo el 30,8 por ciento considera que su salud mental es buena o muy buena. Igualmente, duplican la tasa de ideas o intento de suicidio (31,8%) de la población general (14,5%).
Según revela el informe, cuatro de cada diez personas en España (42,1%) han sufrido una depresión a lo largo de su vida; un porcentaje algo mayor, un 47,6 por ciento, han experimentado ataques de ansiedad o pánico; y un 36,9 por ciento ansiedad prolongada en el tiempo.
El 14,5 por ciento de la población ha tenido ideas suicidas o ha intentado suicidarse. Esto ocurre en mayor medida entre las mujeres (17%) que entre los hombres (11,7%). Sucede lo mismo en el caso de quienes han llegado a autolesionarse: 6,4 por ciento de hombres frente a 11,3 por ciento de mujeres.
Sin embargo, tal y como ha puntualizado el director general de la Fundación Mutua Madrileña, el 75 por ciento del total de los suicidios consumados son en hombres, pese a que las mujeres tienen más intentos e ideación suicida.
Por edad, las ideas o el intento de suicidio (31,8%) y las autolesiones (30,7%) se producen en mayor grado en el grupo de jóvenes de 18 a 24 años.
El informe también refleja que un 18,9 por ciento de la población de más de 18 años consume psicofármacos y el 73 por ciento de ellos lo hace a diario. Los más utilizados son los ansiolíticos (61,9%) y los antidepresivos (47,2%). El médico de Atención Primaria es quien los prescribe de forma más habitual (55,1%), seguido del psiquiatra (35,2%).
En cuanto a la atención médica, el 26,2 por ciento de las personas acude actualmente a un especialista de salud mental: 20,8 por ciento a consulta de Psicología y 17,6 por ciento a consulta de Psiquiatría.
La suma de estos dos últimos porcentajes supera el 26,2 por ciento inicial, dado que en el informe se trataba de una pregunta de respuesta múltiple y algunas personas encuestadas reciben atención de ambas especialidades.
Una de cada cinco personas diagnosticadas con un problema de salud mental ha estado ingresada en un área de Psiquiatría. De ellas, el 60,1 por ciento de las personas con un problema de salud mental asegura haber sido ingresado en un hospital de forma involuntaria; un 40,3 por ciento dice que recibió poca o ninguna información clara, suficiente y comprensible sobre su trastorno; el 46,3 por ciento afirma que recibió poca o ninguna información suficiente acerca de los efectos secundarios de la medicación; y un 48,1 por ciento manifiesta que recibió poca o ninguna información sobre todos los tratamientos alternativos.
Una parte del informe evalúa el perfil y la situación de las personas con experiencia propia en problemas de salud mental (denominadas PEP) y lo compara con la población general.
Este grupo lo conforma casi uno de cada cuatro españoles (22,8%) del total de la muestra, y en él se han incluido tanto las personas que han sido diagnosticadas al respecto, como aquellas que en el cuestionario autoevaluaron su salud mental como mala y muy mala.
"La salud mental es algo que atañe a todo el mundo. Nos puede ocurrir un problema así en cualquier momento de nuestra vida", ha advertido González Zapico. En cualquier caso, respecto a las personas que han tenido un diagnóstico de un problema de salud mental, suele producirse en la juventud. En concreto, la edad media de quienes lo han sufrido se sitúa en los 26 años.