La Junta de Extremadura trasladará a la Justicia el presunto fraude detectado en la comercialización de aceite de oliva, de las cuáles ya se han intervenido 18.000 litros, al detectar en la primera muestra analizada una mezcla de aceite lampante con aceites refinados.
Así se desprende de los resultados obtenidos en el análisis que ha realizado el laboratorio Agroalimentario de Extremadura en una muestra de aceite intervenido, en concreto de la marca Cortijo del Oro.
Unos resultados que ha recibido la Dirección General de Salud Pública de los análisis encargados con motivo de la alerta alimentaria por posible fraude en el etiquetado de aceite.
La muestra analizada, según los parámetros estudiados, es mezcla de aceite lampante con aceites refinados, lo cual supone un delito contra la salud pública por lo que se dará traslado a la justicia, puntualiza la Junta en una nota de prensa.
Otra novedad se refiere a las marcas implicadas en el presunto fraude, pues si inicialmente era nueve (Acebuche, Virgen del Guadiana, Cortijo del Oro, La Campiña de Andalucía, Galiaceite 2022, La Abadía, Villa de Jerez, Don Jaén Aceite 2019 e Imperio Andaluz), los veterinarios y farmacéuticos del Servicio Extremeño de Salud han identificado otras dos, La Esmeralda y Vareado, tanto en el Área de Salud de Badajoz como en la de Mérida.
El Ejecutivo regional reitera que hasta la fecha no se ha identificado la presencia de un riesgo para la salud derivado del consumo de estos aceites sobre los que pesa la alerta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), al tratarse de un "fraude por una mezcla de aceites con calidades que no se corresponden con el tipo de aceite que aparece en la etiqueta de los envases", e incluso, en el caso del aceite analizado con "un aceite no apto para consumo humano".