El anciano que hace casi 10 años ya fue sospechoso de la desaparición de Malén Ortiz, una menor en Palma de Mallorca, confesó desde la cama de un hospital en Málaga que sabía dónde está la joven. La confesión se la hizo a dos personas muy próximas a él.
El hombre, un español que vivió durante años en Estados Unidos, habría señalado la finca donde esta semana ha buscado la Guardia Civil con una excavadora y con perros tras obtener autorización judicial, según informa Caso Abierto.
Esa finca está cerca de la casa destartalada donde vivía este hombre y de la carretera de Sa Porrasa donde fue vista por última vez Malén Ortiz, grabada por la cámara de seguridad de un vivero sola con su patinete.
El sospechoso habría confesado a sus allegados que sabía dónde estaba la menor pero no se hizo responsable de su secuestro ni de su muerte.
Este anciano fue sospechoso porque los vecinos aseguraron cuando desapareció Malén Ortiz que solía molestar a chicas jóvenes. Es el caso de dos adolescentes a las que paró meses antes cuando pasaban por la puerta de su casa. Las molestó hasta que una vecina intervino y las chicas salieron huyendo.
El sospechoso insultó a la mujer, de 35 años, por meterse en sus asuntos. "¿Quién coño eres tú para dejarme con la palabra en la boca? Te voy a matar", le dijo.
Las adolescentes denunciaron estos hechos. Eso llevó a la Guardia Civil a investigar el ordenador del hombre, en el que se encontraron muchas fotos de pornografía, algunas de ellas podrían ser menores.
El sospechoso fue expulsado poco después de un bar porque su dueño descubrió que estaba chateando a través de redes con su hija de 8 años. El hombre le hablaba de "amistad y amor" y le regaló un collar. Le pidió que no dijera nada a sus padres.