La denuncia de una menor de 11 años en Badalona por una violación grupal llevada a cabo presuntamente por seis menores vuelve a hacer saltar todas las alarmas porque no es una caso puntual. Desde 2016 hasta 2021, las violaciones en grupo han aumentado un 54,4%, pasando de 371 casos al año a 573, lo que supone un promedio de 1,5 al día.
El acumulado de estos cinco años según datos oficiales del Ministerio del Interior da una total de 2.691 delitos sexuales múltiples. La mayoría de ellos, cometidos por dos hombres (1.829 delitos), y el resto (862 casos) por tres o más responsables. Y habría que sumar las de 2022 y lo que llevamos de 2023, con lo que seguramente estamos ante más de 3.000 casos desde la violación de La Manada de Pamplona.
"2.691 delitos sexuales múltiples en cinco años es una barbaridad", señala Graciela Atencio, directora de feminicidio.net. Hay una diferencia abismal entre los datos oficiales y los que hemos sacado de los medios de comunicación. "Esto quiere decir que la información que llega es muy limitada con relación a las denuncias y los delitos, y encima la cifra negra es todavía mayor a la que se denuncia. Hay mujeres que denuncian y luego no quieren seguir, por miedo a la revictimización, y eso es muy grave. Se denuncia entre un 10 y un 15 %, es muy poco, la lectura es preocupante".
Miguel Lorente, forense y ex delegado para la violencia de género, afirma que sí ha habido un antes y un después de La Manada de Pamplona. "Sin duda, hay más casos porque siguen un modelo, reproducen lo que ven y plasman su fantasía que no es más que ejercer poder sobre la mujer, estas violaciones no se hacen para tener sexo sino para plasmar su idea de poder y dominación. Es una idea que el agresor ya tenía, no quiere decir que al verlo se le ocurra llevarla a cabo, si no que ven, que se puede hacer lo que ellos ya tenían en mente", explica Lorente. "Y además, se ve claramente que una agresión sexual grupal se toma como modelo, es un referente, y la presencia de varios agresores diluye la responsabilidad".
Coincide con él, Atencio que determina que se advierte la hipótesis del "aumento de agresiones sexuales múltiples por un efecto contagio o llamada y de una práctica de reforzamiento de la virilidad dentro de un grupo de hombres". Pone el ejemplo, de que cuando se filtró el vídeo de la 'Manada de Pamplona', se colgó en páginas porno y durante días fue uno de los más vistos y solicitados.
Para el forense está claro que se sigue un patrón en este tipo de agresiones: chicos jóvenes que identifican a la víctima, la intimidan, muchas veces con violencia, y graban los hechos en vídeo. Según la muestra de casos analizada por Geoviolenciasexual.com, una de cada diez agresiones fue pornificada, el 10% de los ataques son grabados con móvil: hay constancia de la grabación de la agresión. "Lo ven en la pornografía y lo imitan", dice Atencio.
"Esto coincide", dice Lorente, "con la cosificación de la mujer, el modelo pornográfico de sexualidad y la recompensa positiva de grupo dominante. Cuando la mujer se empodera, ellos se sienten desplazados de su rol original".
Por ello, cree que la 'Manada de Pamplona' se ha convertido en un referente en este tipo de agresiones. Hay ejemplos claros durante estos años como el caso de Castelldefels, donde ellos mismos se denominaban "manada" y que la juez consideró probado que actuaban como "grupo organizado" que captaba a las víctimas en una app de citas y posteriormente las violaba. O el caso del entrenador del Rayo femenino que alardeó de la manada de Pamplona y los puso como ejemplo a seguir. "Nos falta hacer una como los de la Arandina (tres jugadores fueron acusados de agredir a una menor de 15 años en 2017). Nos falta que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris y cargárnosla todos juntos".
La directora de feminicidio.net cree que una de las principales razones por las que han aumentado las agresiones sexuales en grupo es la pornografía. "Estas violaciones en grupo se asocian en el imaginario patriarcal actual a la pornografía, que se ha convertido en un grave problema de anti-educación sexual para los menores. En esta pornografía figura el gangbang, como modalidad frecuente en el visionado, en la que grupos de tres o más hombres utilizan sexualmente a una mujer. El grupo masculino no tiene sexo 'con' una mujer sino sexo 'contra' ella", explica Atencio.
El consumo de la pornografía se ha generalizado entre jóvenes y adolescentes como nunca antes. La nueva pornografía se ha convertido en la principal fuente de aprendizaje sexual para menores y jóvenes un hecho que se evalúa como un problema por estos impactos negativos en sus relaciones y en su autopercepción. "El hombre aparece como el sujeto que tiene un deseo irreprimible y la mujer es el objeto que se va a utilizar para satisfacer el deseo; ella se presenta como algo carente de sentimientos, puede sentir dolor, miedo, angustia, indiferencia o desagrado, ya que en la pornografía el placer de las mujeres es irrelevante y el extremo final de esta deshumanización de la mujer es la violencia sexual".
"Sin duda, la solución pasa porque el Gobierno cumpla su promesa y se prohíba el acceso a pornografía a los menores", asevera Atencio. "Los menores no están preparados para ver la pornografía que ahora se demanda. Es violencia sexual y esto les causará problemas a la hora de crecer, de madurar, de relacionarse".
Otro hecho preocupante es, al menos 171 varones eran menores de edad cuando perpetraron las agresiones (el 24%): uno de cada cuatro. En el caso de las víctimas, de las 225 víctimas registradas, una de cada tres eran menores de edad, el 37%.
En los casos estudiados se ve que en la planificación de la agresión se buscan mujeres y niñas vulnerables. "Hasta donde llega el odio a la mujer y la misoginia de estos agresores que lo que buscan es aprovecharse de la situación de vulnerabilidad emocional de las mujeres", dice la directora de feminicidio.net.
Además, estos grupos estudiados planificaban hasta el mínimo detalle. Suele haber un líder y se vitorean y se aplauden, necesitan reafirmar esa masculinidad mal entendida. "Si actúan unidos el grupo está unido".
Lorente explica que volvemos a lo de siempre, sabemos la respuesta pero no hacemos nada. Educación, concienciación. "Todo esto es cultural y hay que actuar para erradicar el machismo. No solo deben cambiar las mujeres, también los hombres", concluye Lorente.
Del informe de feminicidios.net se pone el acento también en el aumento de uso de drogas para este tipo de agresiones. El informe del Hospital Clínic de Barcelona con los datos de las urgencias atendidas (enero a octubre de 2021) (23), señala que en el 30% de los casos atendidos en urgencias hay indicadores de sumisión química mediante drogas.
El estudio de este servicio habla de un 41,5% más de agresiones sexuales atendidas respecto al anterior, volviendo a un nivel similar a 2019 (el más alto en cinco años). El 58% de las agresiones se produjo en un domicilio y la mitad de las mujeres conocía al agresor o agresores. Hay más datos significativos en la información de este hospital: desde 2019, se multiplican por dos las agresiones sexuales con más de un agresor, y representan el 17% de las mujeres atendidas en urgencias por esta causa.