En el helicóptero de la Dirección General de Tráfico accidentado en Madrid el pasado fin de semana había una tercera persona. Una nueva sorpresa tras conocer que el piloto, un funcionario, huyó del lugar del accidente y después dio positivo en drogas, a pesar de intentar escapar del test de alcohol y estupefacientes.
Ni el piloto ni el cámara de la DGT contaron en su declaración a la Policía que a bordo del aparato iba una tercera persona.
Se trata de la esposa del cámara que debía grabar las infracciones de los conductores desde el aire, según han contado en El Programa de Ana Rosa.
Los investigadores descubrieron la presencia de la mujer cuando pidieron información del vuelo en la torre de control. En el plan de vuelo había dos personas, sin embargo, en el informe de la torre figuraban tres. Cuando le preguntaron al cámara admitió, tras hacer un ejercicio de memoria, que le pidió “permiso al piloto para subir a mi mujer y me dio el ok. Así que nos volamos los tres”.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha abierto una información reservada para tratar de determinar por qué el helicóptero Pegasus llevaba tres ocupantes en el momento del siniestro cuando el plan de vuelo autorizado era para sólo dos. Según han indicado a Europa Press fuentes de la DGT, se ha abierto una información reservada que se ha trasladado a la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil que lleva el caso después de constatar que el plan de vuelo aprobado un mes antes era sólo para dos ocupantes, el piloto y el operador de vuelo.
El accidente del helicóptero de la DGT no deja de sar sorpresas. El piloto del Pegasus accidentado escapó del lugar del siniestro para evitar la prueba de drogas. Tras el accidente se marchó a pie, junto a la mujer del cámara. Él consiguió que un conductor lo llevara a su casa. Cuando se personaron los investigadores, un familiar negó que estuviera allí aunque finalmente el hombre salió y se tuvo que someter al test de alcohol y drogas.
El resultado del test fue positivo en cocaína y anfetaminas. El piloto de la DGT está ahora acusado de un delito contra la seguridad aérea a en libertad provisional.
La DGT cuenta con 13 helicópteros Pegasus, cada uno de ellos valorado en seis millones de euros, repartidos por sus bases de toda España. Además, en la actualidad disponen de 23 pilotos habilitados para su tripulación.
Los controles sobre este tipo de vuelos recaen en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Transportes.
Al lugar del accidente acudieron agentes de Seguridad Ciudadana y Policía Judicial de la Guardia Civil, así como miembros de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Aéreos (CIAIAC), organismo colegiado adscrito al Ministerio de Transportes y encargado de gestionar y realizar su investigación, así como de la notificación al SNS (Sistema de Notificación de Sucesos) de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).