Empiezan a conocerse las identidades de las tres personas fallecidas por el desplome de una galería en el pozo minero de Súria, en Barcelona. La identidad de uno de los geólogos que ha sufrido el desprendimiento es Óscar Molina. Mientras, otro de los fallecidos era un becario de la UPC que solo llevaba nueve días trabajando en la empresa y que era de nacionalidad colombiana.
Molina, de 29 años, llevaba ya cuatro años trabajando en la empresa ICL como geólogo de mecánica de rocas y era de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona). Licenciado en Geología y Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma de Barcelona, también tenía un máster en Ingeniería de Minas en la UPC. Ejercía de veterano junto a los otros dos fallecidos, Daniel y Victorio.
El rector de la Universidad Politécnica de Cataluña, Daniel Crespo, ha confirmado que al menos dos de los tres fallecidos en el accidente de la mina de Súria (Barcelona) eran estudiantes de un máster de este centro universitario, por lo que se ha guardado este mismo mediodía un minuto de silencio por las víctimas del trágico accidente.
Efectivos de los Bomberos de la Generalitat y de los Mossos d’Esquadra han estado trabajando en la zona hasta rescatar los cuerpos de los tres fallecidos, junto a los equipos de Iberpotash, empresa que explota la mina de potasa de Súria.
El accidente ha ocurrido poco antes de las 9:00 horas de este jueves debido a un desprendimiento que ha tenido lugar en una galería de la mina situada a 900 metros de profundidad.
Nueve dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, que incluyen a miembros del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) y un helicóptero medicalizado, así como agentes del Grupo de Subsuelo de los Mossos han realizado las tareas de rescate.
Consultada por EFE, la empresa Iberpotash ha declinado hacer comentarios por el momento en relación con este accidente laboral hasta que reúna más información sobre lo ocurrido. Fuentes sindicales, por su parte, apuntan a EFE que el accidente lo ha causado un desprendimiento de liso -cara plana y extensa de roca-, lo que habitualmente se intenta impedir mediante la técnica del bulonaje, que consiste en colocar anclajes y una malla metálica que eviten que el techo ceda.
En la mina de Iberpotash en Súria trabajan entre 800 y 900 personas, de modo que en el momento del accidente el turno debía estar conformado por entre 200 y 300 empleados, añade estas fuentes, que resuelven que "las medidas de seguridad no son las que deben ser". En junio de 2020, dos empleados de Montajes Rus, subcontrata de Iberpotash, murieron en sendos accidentes laborales ocurridos en otra mina, la de Vilafruns (situada entre Sallent y Balsareny, en la provincia de Barcelona), después que unas piedras de grandes dimensiones les cayeran encima. Tras el segundo accidente mortal, ocurrido el 25 de junio, la dirección de Iberpotash paró la producción esta mina y posteriormente la cerró definitivamente.
A diferencia de la mina de Vilafruns, en el caso de Súria la empresa no tenía subcontratados los trabajos de bulonaje para asegurar las galerías. Iberpotash forma parte de ICL Iberia, filial del grupo ICL, con oficinas centrales en Israel. Tras trascender la gravedad de los hechos, los consellers de Interior, Joan Ignasi Elena, y de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, se han desplazado a Súria para seguir las tareas de rescate de los mineros.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, al inicio de su intervención en la sesión del control que tiene lugar este jueves en el Parlament, ha expresado su "preocupación" por el accidente y ha trasladado "todo el apoyo a las familias de los mineros afectados" y a sus compañeros. "En el Govern estamos trabajando desde los servicios de emergencia, dando apoyo a los servicios de la propia empresa, que también están actuando ante este trágico accidente", ha añadido. En sus turnos posteriores, los diferentes líderes parlamentarios catalanes se han ido sumando a las muestras de apoyo a las familias de los mineros.