¿Cómo ha cambiado la percepción del machismo y la violencia contra la mujer en los últimos 20 años? Ha llovido mucho desde entonces y han ocurrido muchas cosas. En 2004 España aprobaba una pionera ley integral contra la violencia de género. En julio 2016 ocurrió el caso de La Manada. Cinco jóvenes violaron a una chica de 18 años en un portal de Pamplona durante las fiestas de San Fermín. Una agresión que supuso un antes y un después en cómo la sociedad asumía este tipo de violencia. Poco después, en 2017 surgía el movimiento MeToo en Estados Unidos a raíz de las denuncias por agresión y acoso sexual al productor de cine Harvey Weinstein. Un año más tarde, en 2018 la manifestación del 8 de marzo alcanzaba su cénit en España. El pasado agosto el Congreso daba luz verde a la ley del 'solo sí es sí, y este martes salía adelante la reforma presentada por el PSOE, que incrementa entre uno y dos años con carácter general las penas mínimas o máximas de las agresiones con violencia o intimedación.
La primera encuesta oficial del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que abordó este tema, aunque de manera parcial, fue hace 20 años. Entonces, el CIS preguntó sobre acoso sexual a las mujeres en el trabajo. La última, La violencia sexual contra las mujeres, fue en enero pasado. La anterior sobre este mismo tema fue hace seis años. Y con las cifras en la mano, se constata "a grandes rasgos" que ha incrementado la sensibilización por parte de la sociedad a la hora de reconocer lo que es violencia sexual y acoso contra las mujeres. Si en 2017, el 23% consideraba que hacer comentarios y sugerencias de tipo sexual no deseados a una mujer era castigable por ley, ahora lo piensa el 44%. En cuanto a besar a una mujer contra su voluntad, en 2017, el 42,6% estaba a favor de se castigase por ley. Ahora lo cree así el 69%.
Pero no solo ha incrementado la sensibilización sobre este tema, también se ha reducido el porcentaje de población que considera la violencia contra la mujer como uno de los problemas principales en España. Si en el barómetro del CIS de 2004, el 11,7% lo consideraba así, en febrero de este año lo creía el 3,2%.
Desde 2017, se han multiplicado por dos quienes piensan que no hay diferencias entre hombres y mujeres. Eran un 6%, según el CIS, y ahora son el 11,8%. Antes el 68,7% pensaba que las diferencias eran bastante o muy grandes. Ahora sólo piensa así el 58,5%. Lo cierto es que la encuesta del CIS revela un dato esclarecedor cuando se separa lo que responden hombres y mujeres sobre si existe desigualdad de género. Una cosa es lo que dicen ellos sobre cuestiones que les pasan a ellas y otra lo que responden las mujeres sobre cuestiones que les pasan a ellas mismas. “Para mí eso es la clave. Cada vez más mujeres reconocen que hay grandes desigualdades que deben ser abordadas para darles respuesta. En cambio, por parte de los hombres, aunque cada vez son más los que piensan que existen desigualdades entre los dos géneros, son menos que las mujeres”, subraya Inma Pastor Gosalbez, socióloga y experta en género, que colabora con el CIS. "Ellos no son tan conscientes de que existen desigualdades o violencia sexual. Lo que es muy revelador. Porque mientras tengamos un porcentaje mayor de hombres que de mujeres que no reconoce esta violencia, habrá mucho que trabajar”.
Otro dato preocupante. El número de denuncias por violencia machista sigue siendo muy inferior al número real de casos, según otros estudios. El CIS sí pregunta a los encuestados sobre si consideran que las mujeres denuncian poco y la mayoría considera que sí. Y creen que esto se debe primero al miedo que la víctima tiene a su agresor; segundo, por vergüenza, y tercero, por miedo a no ser creída.
“Sabemos por otros estudios que se sigue denunciando muy poco. Solo un 20% de los casos que se producen. El 80% de las agresiones no llegan a ser denunciadas. Quedan en las vidas de las mujeres. Ahora hay más denuncias en los juzgados, pero eso no significa que se esté denunciando más. Puede deberse a que se están produciendo más casos”, explica la experta.
Más allá de si hay más o menos denuncias, lo relevante es que sigue habiendo demasiados casos de violencia machista: 49 mujeres murieron en manos de sus parejas o exparejas el año pasado. “En la medida en que hay atención profesional especializada por parte de los servicios jurídicos y sanitarios, hay una mejor atención. Pero, incluso habiendo mejorado, sabemos que muchas mujeres no denuncian porque tienen miedo a no ser creídas o a cómo pueden responder sus agresores, que en la mayoría de los casos son personas de su entorno”, asegura Pastor Gosalbez.
En cuanto los jóvenes chicos, de una encuesta entre universitarios del CIS, se desprende que siguen justificando actitudes machistas por distintos motivos: tienen problemas mentales, sufren alcoholismo o son consumidores de drogas. Las chicas jóvenes, en cambio, sí que reconocen como causa de la violencia los comportamientos machistas.
Nadie duda del avance de estos últimos 20 años, aunque con piedras en el camino. “De la misma manera que se han producido manifestaciones a favor de la igualdad o de la libertad de las mujeres, que nos ha dado aire fresco y nos ha hecho creer que estamos avanzando en la buena dirección, también ha habido discursos y hechos materiales en contra, que están actuando de dique de contención a la mejora que podíamos esperar gracias a la sensibilización de las mujeres, especialmente de las jóvenes. La ideología misógina, que culpa a las mujeres de lo que les pasa a las mujeres, está reconstruyéndose en Occidente”, asegura la socióloga. Y añade: “Partidos como Vox niegan o minimizan la desigualdad estructural con la que viven las mujeres y la necesidad de hacerle frente. Y, además, desmontan cuando pueden las pocas instituciones para dar respuesta a problemas tan serios como la violencia sexual. Y eso después cuesta mucho recuperarlo”.