La familia de Alana y Leila, las dos hermanas gemelas de Sallent que se precipitaron el martes desde un tercer piso, no encuentra consuelo. El domingo, ha tenido lugar el entierro de la primera, mientras que la segunda continúa ingresada en el Hospital Parc Taulí de Sabadell. "Es una pesadilla", expresó su abuelo Gustavo al enterarse de la noticia.
Las menores sufrían acoso escolar, lo confirmaron los Mossos d'Esquadra en el atestado remitido el viernes al juzgado de Manresa (Barcelona), una situación que también ha manifestado la familia y el entorno de las gemelas y que se podría haberse agravado cuando la gemela fallecida se cortó el pelo, según ha dicho su abuelo en declaraciones a la emisora argentina 'Radio con vos 89.9'.
"Sufrieron bullying y se agravó en el último tiempo cuando mi Alanita se quiso cambiar de nombre, se quiso cambiar de género, quería llamarse Iván, se cortó el pelo…", señaló durante la entrevista, desconsolado: "Me parece tan grave ahora y entiendo ahora que me pasa a mí, entiendo a todos los chicos que son transgénero por lo que están pasando".
Su abuelo no es el único que se ha pronunciado al respecto. La tía de las gemelas también denunció el "bullying, el chantaje emocional" que sufrían y afirma que "los servicios sociales estaban al corriente de toda esta situación” y su abuela dijo que sufrieron acoso “en el colegio” y “en el instituto siguieron con problemas”.
Fuera de su entorno familiar, la mejor amiga de la menor fallecida también ha denunciado que sufrían acoso. “Las acosaban, las rodeaban, las pegaban, y cuando se cortó el pelo una de ellas empezaron a molestar con cosas de transexualidad”, ha señalado.
Y Mireia, la madre de uno de sus compañeros de clase, contaba lo mismo. “Me comentó mi hijo que a veces sí se habían reído por el cambio de nombre”, apuntaba, explicando también que el acento de ambas, de origen argentino, había sido motivo de burla.
Además, en las cartas que escribieron antes de saltar y precipitarse al vacío, tal y como ha recordado su abuelo, Alana escribió que no conseguía ser feliz y no soportaba el bullying. Así Leila, por su parte, escribió que no quería dejar sola a Alana ante la decisión que había tomado y se habría lanzado para apoyarla.
En estos momentos, desde el colegio y las inmediaciones de su vivienda no dejan de sucederse los gestos y homenajes en su recuerdo. Se ha improvisado un altar con flores, velas y pancartas contra el acoso escolar junto al portal de las gemelas, pero también este atestigua la crueldad contra las chicas. En las últimas horas, una de las pancartas ha sido vandalizada y han escrito la palabra 'okupa', refiriéndose a la situación familiar que atravesaban las menores.
En el atestado del caso, los Mossos d’Esquadra, que trabajan teniendo en cuenta que un cúmulo de circunstancias podría haber hecho que las menores tomasen esta situación, confirmaron que habían sufrido acoso escolar.
Por su parte, la Consellería de Educación de la Generalitat, que en un primer momento descartó el acoso escolar como causa del suicidio, dio el jueves marcha atrás y reconoció que todas las hipótesis siguen abiertas, por lo que ha activado a los técnicos de la Unidad de Apoyo al Alumnado en situación de Violencia (USAV) para abordar este asunto.
Según Educación, el centro escolar donde estudiaban las dos menores no había detectado una problemática específica de acoso escolar, aunque había dado apoyo psicológico y de orientación a las alumnas desde inicio de curso.