Dani Alves seguirá en prisión provisional y sin fianza hasta que se celebre el juicio en el que se le acusa de haber abusado de una joven. Así lo ha decidido la Audiencia de Barcelona, que defiende que existe riesgo de fuga por parte del futbolista, pese a la insistencia de la defensa en que no.
La defensa de Alves había propuesto una serie de medidas para evitar una posible fuga del futbolista. Sin embargo, los magistrados han rechazado estas propuestas, como el uso de una pulsera telemática, zanjando que no serían suficientes en el caso de una eventual fuga.
La defensa del futbolista expuso en el recurso varios argumentos para detallar que no existía riesgo de fuga. En primer lugar, hacían referencia a la disposición que el jugador hizo ante la policía después de que salieran a la luz las noticias sobre la denuncia, pese a que se encontraba en México, presentándose ante los Mossos d'Esquadra el 20 de enero.
Además, exponen "el arraigo en la ciudad de Barcelona" del jugador, que afirma que se casó con su mujer, española, en el año 2017 y tienen su domicilio fijado en Esplugues de Llobregat,. Además, asegura que su actividad económica reside en Barcelona y el vínculo que tenía con México ha desaparecido tras haber acabado su contrato con el Pumas.
La audiencia ha respondido a estos alegatos de la defensa punto por punto. Respecto a la comparecencia voluntaria ante los Mossos, los magistrados exponen que el jugador "sabía que había sido denunciado por violación y que pudo leer en diversos periódicos, redes sociales o televisiones que iba a ser detenido".
Además, aseguran que "su colaboración con la investigación se tradujo así mismo en la entrega de muestra de su ADN para cotejo con las encontradas en el lugar de los hechos, ropa o muestras corporales de la víctima. No consideramos que dicha actitud colaborativa se deba a un sentimiento de impunidad como sostiene la acusación particular. Sin embargo, sí podemos concluir que desconocía el alcance de la investigación y los indicios de criminalidad que han sido ya expuestos".
"Como bien señaló la fiscal, el conocimiento que ahora tiene el Sr. Alves de los indicios existentes contra el mismo y de la entidad de los mismos aumentan exponencialmente el riesgo de fuga inicial. Su inicial colaboración no neutraliza el riesgo de huir y eludir tanto el final de la investigación como el previsible juicio oral. Su llegada a Barcelona y su presentación el día 20 de enero de 2023 ante los Mossos d’Esquadra como había acordado no excluye, en este momento, ese riesgo", concluyen, en referencia al primer punto de la defensa.
Sobre el arraigo de Alves con la ciudad de Barcelona, los magistrados sentencian que eso tampoco neutraliza el riesgo de fuga: "Ni su empadronamiento en Esplugues ni su matrimonio con una española permiten despejar las dudas sobre su arraigo. La vinculación es meramente administrativa y el propio Sr. Alves reconoció que viene a Barcelona solo de vacaciones. A ello debemos añadir que toda su familia, salvo su actual esposa, reside en Brasil. Así, sus padres, sus hermanos y sus hijos residen todos ellos allí", señalan.
Por todo ello, la audiencia concluye que "concurre un elevado riesgo de fuga vinculado por una parte a la elevada pena que puede serle impuesta en la presente causa, los severos indicios de criminalidad contra el mismo y la capacidad económica abultada que le permitirían como hemos dicho abandonar España en cualquier momento", zanja.