La mujer embarazada de 27 años que ha muerto en la localidad de La Vall dUixó, en Castellón, recibió el disparo fortuito en la cabeza durante una pelea entre miembros de la familia de su marido. La hija que esperaba sí pudo salvarse en el hospital tras el tiroteo. Los médicos decidieron intervenir ante la difícil situación, hicieron una cesárea de emergencia y sacaron con vída a la bebé.
Abdile, de origen lituano, embarazada de ocho meses, resultó herida grave durante una discusión a la salida de un edificio del municipio este lunes. Lo que parecía un ajuste de cuentas entre clanes, parece ser una pelea entre miembros de la misma familia. En plena calle, uno de esos miembros sacó un arma y realizó varios disparos. Uno de ellos impactó de forma fortuita en la cabeza de la joven.
Fueron los propios familiares de Abdile los que la llevaron de urgencia al centro de salud. Desde allí fue trasladada al Hospital Clínico Universitario de Valencia para tratar de salvar la vida del bebé, algo que consiguieron tras intervenir a la joven de urgencia. A las 21:30 horas de la noche, la Guardia Civil sigue buscando al presunto autor de los disparos.
Las autoridades han confirmado el enfrentamiento familiar. "Se produjo una reyerta por la tarde y luego se repitió por la noche entre miembros de una misma familia, una familia muy numerosa", ha señalado ante los medios Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana. En un primer momento la confusión fue máxima. Varios testigos aseguran haber visto una pelea y un arma caer al suelo.
"No tenía la pistola y fue a por ella, el que le ha pegado el tiro", ha comentado un vecino de la zona. Esa arma se disparó dos veces y una de ellas alcanzó a la mujer, según los informes de los agentes. "Es una reyerta entre un grupo de personas, no hablamos de un vehículo", señalaba inicialmente Javier Ferreres, concejal de Policía y Seguridad Ciudadana de La Vall dUixó, descartando que se tratara de una reyerta entre distintos grupos.
Los médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida de Abdile. Solo pudieron practicarle una cesárea y salvar a la niña. "Ella estaba muy ilusionada, esperando a la bebé", ha comentado una mujer. Los familiares de la joven, sin embargo, no avisaron a la Guardia Civil de lo ocurrido. Lo hizo el propio centro médico que atendió a la joven de 27 años. Al llegar al barrio, los agentes vieron a varias personas limpiando la sangre con lejía. Se desplazaron unos 15 efectivos. El pistolero no ha sido delatado.