Un conductor de autobús se desmaya mientras circulaba: dos pasajeros salvan al resto de la tragedia
El conductor de un autobús en Burgos se desmaya y dos pasajeros evitan que el suceso acabe en tragedia
El pánico se desató en el interior del vehículo cuando el conductor perdió el control del volante
El autobús del infierno: golpes de calor y ataques de ansiedad entre los pasajeros con destino a Alicante
Los pasajeros de un autobús que hacía la ruta entre Burgos y Bilbao vivieron una auténtica pesadilla el pasado domingo después de que el conductor del vehículo perdiese el conocimiento. El autocar circulaba a gran velocidad por la A-1, cuando el gran estruendo contra el quitamiedos despertó a muchos de los pasajeros que disfrutaban del viaje dormidos. Tras ver que el conductor no reaccionaba, el pánico se propagó por el vehículo que circulaba a la deriva. Pero la rápida intervención de dos de los pasajeros evitó que aquel fatídico suceso acabase en tragedia. Ahora, tras eliminarse el susto del cuerpo, los ocupantes reclaman a la compañía explicaciones: solo quieren saber qué ocurrió aquel día que les pudo costar la vida. En Francia, un autobús escolar ardió en llamas y recorrió las calles de Nimes sin control.
Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo por la noche. El autobús había partido de Burgos con destino Bilbao con más de una treintena de pasajeros en su interior. El trayecto había sido de lo más normal, pero a la altura de la localidad burgalesa de Lerma, el chofer del autocar perdió el conocimiento. El autobús, que circulaba a 120 kilómetros por hora, comenzó a impactar contra los quitamiedos de cada uno de los lados de la autovía española A-1. El pánico se desató en el interior del vehículo, muchos llegaron a ponerse en lo peor pensando que este sería su final. Las llamadas de despedida a sus familiares se iban sucediendo una tras otra, pero la intervención de dos de los pasajeros evitó la tragedia.
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Dos pasajeros del autobús tomaron el volante y lo condujeron hasta una vía de servicio
Los dos héroes se acercaron hasta el asiento del conductor, al ver que no reaccionaba ante sus llamadas, tomaron los mandos del autobús. Pero el peso del chofer sobre el acelerador, mantenía acelerado el vehículo, lo que dificultó la tarea de conducción. Finalmente, consiguieron guiarlo hasta una zona de descanso. Allí, el chófer despertó desorientado y tras un peligroso momento de confusión en el que pisó a fondo, consiguió parar el autocar a la altura de Madrigalejo.
Afortunadamente, todo quedó en un gran susto en el que no hubo que lamentar víctimas ni heridos. A a zona de descanso en la que llegaron, se personaron agentes de la Guardia Civil y equipos sanitarios por si fuesen necesarios, quienes realizaron un test de alcoholemia al conductor, que dio negativo.
Ahora, las víctimas esperan una explicación de la compañía de autobús con la que realizaron aquel fatídico viaje entre Burgos y Bilbao. "Creo que nos merecemos una explicación", afirma una joven que viajaba aquel día en el autobús.