Se acerca el Carnaval de 2023 –que comenzará el 16 de febrero y terminará el 22, Miércoles de Ceniza, un periodo antes de la Cuaresma—y con ello empezamos a buscar los disfraces que luciremos estos días. Ser cautos no está de más, sobre todo, en el caso de los niños. Conviene tomar una serie de precauciones y tener en cuenta ciertas recomendaciones de seguridad antes de adquirir los trajes y los accesorios. Si cumplimos con todas ellas, el disfraz sería seguro.
Para asegurarnos de esto, recordamos algunos consejos que ofreció la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) antes del pasado Carnaval. Sobre todo, instan a no adquirir disfraces con materiales inflamables, sobre todo en sombreros y pelucas, y que no contengan cordones u objetos punzantes. Asimismo, conviene tener cuidado con el maquillaje, el uso de esmaltes y lentillas.
El disfraz, dicen desde la Organización, “debe estar elaborado con material no inflamable”. “En cualquier caso, no está de más controlar las fuentes de fuego: cuidado con las bengalas, petardos o mecheros, además de las chimeneas y estufas”, añaden.
Advierten: “Si el disfraz es para un niño, es preferible que no lleven la cabeza cubierta: el riesgo que entraña la inflamabilidad es más elevado en capuchas y caretas”.
Asimismo, para niños menores de tres años, alertan sobre elementos que puedan hacer que este se atragante: “Asegúrese de que los adornos y espumas no puedan romperse y convertirse en pequeños trozos con los que se pueda atragantar”.
En cualquier caso, “el disfraz debe ser adecuado a la edad del niño” y si es posible se deben evitar aquellos que contengan “cordones y accesorios punzantes”.
Además, animan a confeccionar “uno mismo un disfraz: es más sostenible, ya que permite reaprovechar la ropa vieja”. Si se opta por comprarlo, instan a hacerlo en tiendas especializadas en disfraces por su mayor control. No obstante, señalan que siempre se debe comprobar “que el etiquetado incluye la dirección del fabricante”.
Por último, recomiendan lavarlo, “aunque sea nuevo” y si no se puede lavar “airearlo 48 horas para limitar la concentración de sustancias potencialmente peligrosas”.
Sobre el maquillaje, la OCU advierte, especialmente, a aquellos con la piel sensible, recomendando “extender primero una crema hidratante y usar sobre ella maquillaje al agua, que además es fácil de aplicar y de quitar”. “Afirmaciones como ‘hipoalergénico’ o ‘testado dermatológicamente’ no garantizan nada. Hay ingredientes con riesgo de toxicidad o que pueden causar alergias, especialmente las fragancias y los conservantes”, añaden.
Recuerdan que los esmaltes tienen disolvente y pueden ser peligrosos para los niños pequeños, que se llevan las manos a la boca.
Cuidado si “se usan las pinturas del año anterior, hay que comprobar que no hayan caducado. Si huele raro o si los ingredientes no parecen homogéneos, no deben utilizarse”. Y, “en caso de picor o enrojecimiento, aclarar con agua y no volver a usarlo”.
Por último, sobre la adquisición de lentillas de fantasía, instan a que se haga únicamente “donde haya un profesional óptico” para no poner en riesgo la salud de los ojos.