El ADN desmonta la tercera versión de Dani Alves y ratifica la versión de la víctima

El ADN puede convertirse en el gran enemigo del futbolista Dani Alves, en prisión preventiva por violar supuestamente a una joven de 23 años en un baño de la discoteca Sutton en la madrugada del último día de 2022. La Fiscalía y la abogada de la presunta víctima se niegan a conceder la libertad al jugador alegando riesgo de fuga y también señalando que hay suficientes indicios contra él. Su exmujer, por otra parte, se ha convertido en su gran defensora. La defensa de Dani Alves considera que hay partido y que el testimonio de la joven, una de las grandes pruebas del proceso, puede ponerse en duda.

La defensa del futbolista sigue manteniendo que fue de manera consentida, pero lo que está claro, de las pruebas de ADN y del lugar donde se ha encontrado restos de semen del futbolista, es que no solo se produjo una felación como Dani Alves asegura.  El tribunal tendrá que decidir si acepta o no la petición hecha por Cristóbal Martell, el abogado de Dani Alves que defiende que futbolista brasileño de 49 años no se escapará y que estará durando toda la instrucción del caso a disposición de la justicia.

Las declaraciones de Alves y el ADN, sus principales enemigos

Pero es cierto que Dani Alves ha jugado esta vez contra sí mismo y que le ponen en una situación jurídica complicada. Ha cambiado tres veces de versión para tratar de desmentir la acusación que pesa sobre él. Ni el parte de lesiones de la víctima ni tampoco la ubicación de las huellas dactilares encajaban en la última versión que ofreció Alves. Ahora según las fuentes consultadas por El Periódico, las pruebas de ADN se han convertido en un nuevo revés para él. Porque Alves aseguró ante la jueza el 20 de enero que la víctima le practicó una felación pero los restos de semen que se recogieron de las muestras intravaginales de la víctima son suyos, según los resultados del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Es decir que hubo penetración.

Semen intravaginal y en la ropa interior

La joven, tras la supuesta agresión, fue enviada en ambulancia esa misma madrugada del 31 de diciembre al Hospital Clínic, centro de referencia al que deben acudir con la menor dilación de tiempo las mujeres que han sufrido una agresión sexual. Allí, la denunciante fue sometida a un examen forense que recogió muestras biológicas intravaginales. En esas muestras aparecieron restos de semen. También había líquido espermático en la ropa interior de la denunciante.

Paralelamente, la policía científica de los Mossos d’Esquadra practicó una inspección ocular técnico policial en el baño del Sutton, donde presuntamente ocurrieron los hechos alrededor de las cuatro de la madrugada. Los agentes de la policía científica detectaron restos de semen en el suelo. Y tras analizar asimismo el vestido que la víctima entregó en comisaría cuando acudió a formalizar la denuncia por estos hechos dos días después también se hallaron más restos en esa pieza de ropa. Es decir, se recogieron muestras de semen de cuatro lugares distintos. Según relata El Periódico, Dani Alves entregó voluntariamente una muestra de su ADN.

Dani Alves dijo en principio que solo le habían practicado una felación

Dani Alves comenzó declarando que no conocía a la mujer. Después declaró que aunque habían coincidido 15 minutos en el baño no había pasado nada. Pero había una cosa que los Mossos dejaron claro. Si no había pasado nada, cómoe era posible que hubieran encontrado semen en el suelo del baño. Entonces Dani Alves admitió haber mentido anteriormente y dio una la tercera versión: dijo que la víctima le practicó una felación mientras se encontraba sentado en el retrete.

La víctima siempre ha mantenido la misma versión de los hechos y eso es uno de los puntos fuertes de la acusación. Según su versión, Dani Alvesle insistió para que la acompañara a través de una puerta. Ella accedió sin saber que se trataba de un baño. Al descubrirlo quiso salir, pero él se lo impidió. Después, el se sentó en el retrete y a ella se la sentó encima por la fuerza. Ella le pidió que parara y suplicó que la dejara marcharse. Él se negó. La tiró al suelo, la agarró por el cuello, la abofeteó e intentó que le hiciera una felación por la fuerza –a lo que ella se negó–. Después la levantó, la colocó contra el lavamanos y, por último, la puso contra el retrete y la violó hasta eyacular.

No hay cámaras de lo que sucedió dentro del baño. Lo que sí existe es un parte de lesiones del Hospital Clínic que recoge que sufrió una herida en la rodilla. Se tienen también siete huellas dactilares de la víctima que, por su ubicación, cuadraban también con la secuencia de movimientos que había descrito.

La defensa de Alves pretende que se anule la orden de ingreso en prisión preventiva del jugador argumentando que no existe riesgo de fuga.