El Ministerio del Interior ha puesto en marcha el protocolo que a partir de este viernes utilizarán los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado para alertar en determinados supuestos a mujeres víctimas de violencia de género si su agresor tiene antecedentes de comportamientos violentos en relaciones anteriores. No contaba con dichos antecedentes el hombre acusado en Baiona, Pontevedra (Galicia), de haber asesinado a su exmujer usando un cuchillo y un machete. La víctima, Beatriz, "siempre tenía miedo", indicaron sus familiares más cercanos.
El sistema VioGén, en el que se actúa según los niveles de riesgo, tiene registrados desde su creación, en el año 2007, un total de 655.571 agresores machistas, de los que un 9,3% (61.079) son persistentes, es decir, tienen denuncias de dos o más mujeres.
Fuentes del Ministerio del Interior resaltan su preocupación sobre estos agresores, de los que 51.092 (el 7,8%) aparecen en el sistema con dos víctimas; 7.832 (1,2%) con tres y hasta 2.155 (el 0,3%) con más de tres víctimas.
Una de esas mujeres es María, cuya primera agresión de su pareja la llevó al hospital al mes de iniciar la relación. "Activaron el protocolo de violencia de género en el centro de salud al que fui, llamaron a la Policía, ofrecí mi relato y me dijeron que lo conocían", explica. Y añade que "él es reincidente. Tiene cuatro víctimas anteriores".
Resulta imprescindible la denuncia o el atestado policial para que, una vez en el sistema, se avise en caso de especial relevancia. Cualquier incidente en estos casos, cualquier nueva denuncia o atestado policial, donde consten amenazas de muerte, agresiones físicas o en mensajes o adicciones del agresor, supondrá informar a la mujer para que tome conciencia del peligro que corre.
En ningún caso esa comunicación podrá realizarse con carácter sistemático o generalizado, sino que los agentes encargados de elaborar la valoración del riesgo deberán examinar cada caso concreto y evaluar diversos aspectos. De hecho, solo se comunicarán los antecedentes de violencia machista de los últimos cinco años y de los casos inactivos con menos de 90 días.
Los agentes deberán extremar también le verificación del cumplimiento de las medidas judiciales de protección dictadas contra un agresor reincidente, como las órdenes de alejamiento, y en los supuestos en los que opten por solicitar a la Fiscalía la asignación de un dispositivo telemático de control para mantenerle vigilado.
En lo que va de 2023, ocho mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, de los que cinco contaban con antecedentes.