Hilda Siverio, la mujer tinerfeña (nacida en 1971) que se convirtió en un icono de la lucha contra el cáncer, ha muerto este jueves. El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, ha sido el encargado de comunicar la triste noticia en sus redes sociales.
Un adiós a una sonrisa eterna. "Otra triste noticia. Hilda Siverio, una luchadora infatigable, un ejemplo de vida ante la adversidad nos deja hoy. Una alegría que se apaga en nuestro día a día, pero que quedará en la memoria colectiva”, ha escrito el regidor. El estado de salud de la tinerfeña había empeorado en las últimas semanas y permanecía ingresada en el hospital.
Bermúdez destaca que no ha habido "nadie como ella para enseñarnos a vivir y seguir con una actitud positiva pese a todo". "Nos quedamos con tu eterna sonrisa. Hasta siempre, amiga", ha concluido el alcalde de Santa Cruz de Tenerife en su publicación.
Hilda tenía un cáncer de mama triple negativo metastásico y a través de su lucha inspiró a muchas personas. Un ejemplo de entereza y superación como también lo fue la joven Elena Huelva. Numerosas personas envían mensajes de condolencias y cariño a su familia en redes sociales mientras recuerdan a la tinerfeña como un verdadero icono de saber afrontar la enfermedad. Siempre con sentido del humor ante la adversidad, después de haberse enfrentado a un duro proceso de quimioterapias y operaciones.
Madre de tres hijos, compartía su día a día con su comunidad. Siempre se mostró sin miedo, valiente y agredeciendo todo el amor que recibía en las redes, donde acumulaba medio millón de seguidores entre las diversas plataformas (Instagram, Facebook y TikTok). Las reacciones se suceden esta jornada tras conocerse la noticia de su fallecimiento.
El diagnóstico lo recibió en 2014. Con 43 años y embarazada de cinco meses de su tercer hijo, notó un bulto en uno de sus pechos que "intuía que no era bueno". Es entonces cuando los médicos le detectaron un cáncer de mama, según recoge la Alcaldía de Adeje. Al principio prefirió guardarse la noticia y se negó "tanto a abortar como a someterse a tratamiento" hasta que no se produjera el nacimiento del bebé. Es por ello que le tuvieron que provocar el parto a las 33 semanas de gestación.
En este momento, el cáncer con micrometástasis ya estaba en ambas mamas. Hilda no quiso que su hijo naciera por cesárea, por lo que fue un parto natural acelerado con oxitocina que la dejó exhausta, aunque muy emocionada. La tinerfeña continuó ingresada y sólo 19 días más tarde, se sometió a su primera mastectomía. Desde entonces, todos estos años ha estado luchando como una verdadera guerrera, pasando por unas nueve operaciones.
En los últimos meses de 2020 sufrió una dolorosa situación personal que se sumó a los efectos del cáncer, y es entonces cuando su estado de salud empeoró: "Mi cepa, que quedaría por ahí en algún ganglio, estaba dormida, pero mutó a otro tipo de cáncer totalmente distinto y muy agresivo. Mi oncólogo se asombró con la evolución tumoral en esos meses", explicó la propia Hilda ante medios locales.
Poco después, a principios de 2021, Hilda hizo público que sufría "metástasis ganglionar y ósea". El pronóstico de su enfermedad no era favorable, por lo que, según apuntó, con una tremenda valentía, comenzó su tratamiento paliativo. "He decidido, como siempre, que mi mejor arma es vivir cada día como si fuera el último, con alegría y sin dramas", dijo en aquel momento. La tinerfeña, con una fortaleza abismal, ha seguido luchando hasta el final. "Y que la vida sea un regalo cada día para mí", escribió la semana pasada desde el hospital. España lamenta profundamente su pérdida.
Hilda ha sido una fuente de inspiración para cientos de miles de personas en todo el mundo. Los que la conocen la describen como una mujer llena de vitalidad y con gran sentido del humor, algo que siempre la caracterizó. La frase que ha reflejado su filosofía de vida durante estos años "sácale una sonrisa al cáncer" ha sido el lema que la ha convertido en una figura influyente de las redes sociales, donde siempre ha publicado vídeos e imágenes informando sobre su estado de salud y agradeciendo los regalos que le hacían, así como todas las muestras de afecto.
Defensora de la investigación para buscar una cura, nunca ha querido ocultar los efectos que la enfermedad provocó en su cuerpo, como la pérdida del cabello durante los tratamientos o las cicatrices de las mastectomías .Uno de sus grandes deseos era publicar un libro relatando su experiencia. Hilda Siverio ha puesto rostro a una enfermedad que es el tipo de tumor el más frecuente entre las mujeres en nuestro país por delante del cáncer colorrectal y de útero. En España, aproximadamente el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama.