El caso Esther López presenta novedades. A pocos días de cumplirse un año del hallazgo del cuerpo sin vida de la joven de Traspinedo (Valladolid), el próximo 5 de febrero, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha remitido un nuevo informe: los agentes detallan en el documento que no se han encontrado restos de sangre de la víctima en el coche del principal sospechoso, Óscar S.M., pero sí saliva y otros restos orgánicos de ella tanto en una chaqueta de él como en un recorte de moqueta del turismo.
Dicho informe, remitido esta misma mañana a las partes personadas en la causa, se centra en una chaqueta de color gris, con una etiqueta en la que pone 'Four seasons Uomo', propiedad de Óscar, así como en un recorte obtenido en la moqueta lateral derecha del vehículo Volkswagen T-Roc en el que llegó a viajar la joven, que desapareció la noche del 13 de enero de 2022.
Los análisis prácticados, a modo de conclusión, indican que "no se ha detectado sangre humana en ninguno de los indicios-muestras estudiados", ni en la chaqueta de Óscar ni en su vehículo. No obstante, sí se han hallado restos orgánicos en la chaqueta que coinciden con el perfil genético de Óscar, así como saliva y otros restos orgánicos de Esther en la referida prenda y también en el trozo de moqueta analizado. Esta última muestra podría probar que hubo contacto directo de la joven con el maletero. El principal sospechoso en el caso negó en su declaración ante la jueza haber abierto el mismo, pero ahora vuelve a estar bajo el foco.
El margen de probabilidad de que las muestras sean de él barajadas por los expertos se eleva a 148.000 cuatrillones de veces "más probable, frente a que pertenezca a otra persona cualquiera de la población, elegida al azar y no relacionada biológicamente", y en el caso de Esther las muestras se corresponden con ella con una probabilidad de 45.700 cuatrillones de veces, tal y como recoge el referido informe del Instituto Armado.
Este último documento se suma a otros más que mantienen el foco de las sospechas en la persona de Óscar S.M.. El penúltimo informe, contando el de este jueves, confirmaría que el vehículo del vecino de La Rondilla entró en el túnel de lavado de la gasolinera Gassexpress de la Avenida de Zamora de la capital vallisoletana, horas después de que a la fallecida se le perdiera la pista en la madrugada del 13 de enero en Traspinedo. Él había negado haber limpiado su coche.
La confirmación de que el vehículo de Óscar sería el mismo que entre las 15:18 y las 15:35 horas fue visto entrar en la referida estación de servicio, según el informe de la empresa Ingeniería y Seguridad Vial Consultores y Reconstructores de Accidentes S.L., a partir de unas imágenes captadas por una cámara de seguridad próxima a las instalaciones, apuntalaría la tesis del Instituto Armado de que el titular del turismo no pretendía otra cosa que borrar cualquier vestigio que pudiera incriminarle en la muerte de su amiga.
Un colgante distintivo en el retrovisor interior del coche de Óscar y su correlación con el que aparece recogido en el vídeo es "tan elevada que difícilmente podría considerarse" que no pertenece al mismo, lleva a los expertos de la Guardia Civil a persistir en la incriminación de su dueño.
A mayores, en los últimos días, Soledad Ortega, la titular del Juzgado de Instrucción número 5, encargada del caso, y a petición de la UCO, ha recabado el auxilio de una decena de operadoras de telefonía a fin de tratar de averiguar la identidad de la persona o personas que, supuestamente, ayudaron a Óscar a realizar un borrado de datos en la centralita del coche para eliminar posibles pruebas incriminatorias.
La petición se produce después de que un perito judicial de la empresa Seada evacuara en octubre del pasado año un informe sobre el Volkswagen T-Roc que detectó la existencia de dos borrados intencionados de los registros de eventos y averías recogidos en los sistemas electrónicos del coche, uno de ellos el 1 de febrero de 2022, a las 13:54 horas, y otro el día 2 de abril, a las 11:05 horas.
A raíz de dicha pericial, técnicos del Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo (GATO) de la UCO determinaron que, en el primer borrado, el turismo de Óscar S.M. se hallaba conectado a la Cell Global Identify (CGI), compatible con su presencia en la vía N-122A, a su paso por el núcleo urbano de La Cistérniga (Valladolid), y que en el segundo borrado, registrado en abril, pudiera hallarse estacionado a la altura de la calle González Silva, número 9, de la misma localidad.
El Instituto Armado mantiene la idea de que tales manipulaciones electrónicas estaban dirigidas a ocultar o eliminar todo registro de eventos y averías que los dispositivos electrónicos del coche del sospechoso hubieran podido registrar durante la noche del 12 al 13 de enero del pasado año, que fue cuando fue vista por última vez Esther. Por ello, si en el informe del perito que realizó el análisis de los dispositivos ya se advertía de que las manipulaciones podrían haber contado con la ayuda de alguna persona con altos conocimientos, la UCO trasladaba a la juez instructora el "interés de abundar" en las pesquisas para tratar de identificar a ese supuesto colaborador.
Es en este punto donde la UCO pedía a la jueza autorización para que las operadoras colaboren con datos e informaciones concretas incluidas en sus sistemas informáticos de almacenamiento para conocer los números de abonados que se encontraban conectados a las diferentes celdas de telefonía CGI -ya sea tanto por llamadas realizadas y/o recibidas, SMS o cualquier tipo de conexión de datos- que ofrecen cobertura a los puntos en los que se encontraba el vehículo del investigado los dos días en los que se procedió al borrado de datos. "Y ello ante las circunstancias más que probables de que el/los responsables del borrado podría/n haber portado sus teléfonos móviles, estando sujetos a la cobertura ofrecida por sus repetidores de telefonía", apostilla la solicitud de la UCO formalizada a la juez instructora, petición que la magistrada ha autorizado a través de la correspondiente providencia.
Mientras tanto, el próximo domingo, 5 de febrero, se cumple un año ya desde que el cadáver de Esther López fuera localizado sobre las 10:30 horas de aquel sábado por un "paseante" en una zona próxima al polígono Tuduero, en la cuneta de la carretera que conduce a Traspinedo.
La joven de 35 años era buscada desde que sus padres presentaran denuncia el día 17 de enero, cuatro días después de que no diera señales de vida tras haber estado la noche de su desaparición viendo en un bar del pueblo el partido de la Supercopa entre el FC Barcelona y el Real Madrid y luego continuara la fiesta con unos amigos en varios puntos del municipio vallisoletano.
Esa era la versión que habían facilitado las dos personas con las que estuvo esa noche antes de que se le perdiera el rastro, dos vecinos de Traspinedo, Óscar S.M. y Lucio Carlos G.D., 'Carolo', que viajaron con ella en el coche del primero de regreso a casa y que, según relataron con algunas contradicciones, se detuvo ante el restaurante La Maña.
En el relato ofrecido, 'Carolo' se apeó del vehículo para ir a su casa y luego Óscar y Esther discutieron porque ella quería seguir de fiesta y él la dejó en las inmediaciones, sin que se volviera a saber nada más de la mujer en los siguientes 24 días. Las investigaciones desde entonces se centraron en ambos vecinos y también en un tercero, Ramón G., 'El Manitas', aunque las mismas mantienen el cerco sobre Óscar como principal implicado en la desaparición y muerte de la joven. Él sigue declarando que es inocente y que no tiene "nada que ver".