La defensa del futbolista brasileño, Dani Alves, de 39 años, ha pedido su salida de prisión provisional alegando que las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton de Barcelona "desmienten" la versión de la mujer que lo denunció por agresión sexual. Sin embargo, la jueza del caso considera que "existen indicios mucho más que suficientes" para que esté entre rejas.
En el recurso contra el auto de prisión provisional, presentado el lunes por el abogado de Dani Alves, Cristóbal Martell, se niega que el deportista cerrara la puerta del lavabo y se apoya en las imágenes de las cámaras de la discoteca para afirmar que la chica entró dos minutos después que él, "sin que le franquee el paso o abra la puerta".
La defensa de Dani Alves pretende que el futbolista quede en libertad provisional alegando que no hay riesgo de fuga porque ya no tiene compromisos profesionales en México, donde ha dejado de ser jugador a raíz de la denuncia. Además, alega que Alves tiene una vivienda en propiedad en Barcelona.
La agresión se habría producido en el baño del local, donde no hay cámaras. A eso hay que sumar que en el auto de prisión, la magistrada del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, Anna Marín, cree, según publica El Periódico, que "existen indicios mucho más que suficientes" para considerar que Dani Alves fue el autor de una violación.
Según la defensa de Alves, las imágenes "entran en conflicto y contradicción con la descripción que hace la denunciante", tras lo que pone en duda también la explicación de la mujer sobre lo que ocurrió dentro del baño, que no está grabado.
Además del pago de la fianza, la defensa de Alves ha dicho que el futbolista está dispuesto a llevar una pulsera telemática, que lo geolocalice y a comparecer periódicamente en el juzgado, "incluso diariamente" y a entregar su pasaporte, además de aceptar una orden de alejamiento de la denunciante.